«Desde muy joven uno de nuestros hobbies son tanto las motos clásicas como los coches», comenta de entrada este industrial, que desde hace casi 42 años desarrolla su actividad profesional en un almacén de materiales de calefacción, fontanería y aire acondicionado, tanto en Baza como en polígono Juncaril de Granada. Así mismo, nos cuenta que tiene varias motos, principalmente Guzzi y Vespas, y que en cuanto a coches «estamos en vías de adquirir alguno más». Casado y con dos hijas, afirma que, a la mayor que reside en Málaga le encantan «y a los nietos ni te cuento, son forofos de los coches clásicos. Cuando vienen tengo que sacar el Ford A y darle un paseo por la ciudad». De este coche que tiene en un estado impecable nos informa que llegó a sus manos hace unos ocho años y que lógicamente su estado era muy diferente al que presenta en la actualidad para lo que ha tenido que «gastar muchísimo tiempo y dinero para terminar de restaurarlo». Así mismo, comenta que lo localizó en Murcia, donde había llegado procedente de la embajada de Montevideo, de ahí la matrícula original que aún lleva en la parte delantera.
En cuanto a su historia señala que el vehículo se fabricó para el embajador de EE.UU en Uruguay que se lo vendió a su chófer particular cuando se retiró. Luego uno de los familiares de este conductor se lo trajo a Murcia a quien él se lo compró. En general estaba mal de motor, carrocería y pintura, para lo que ha hecho una restauración completa que requirió un pulido completo, restaurado de la tapicería, ruedas nuevas y motor nuevo que ahora tiene un sonido limpio como recién salido de fábrica, al igual que el aspecto tanto del exterior como interior del vehículo. «El 99 por ciento lo he arreglado yo, aunque he contado con la ayuda de algún mecánico de la zona», aclara antes de insistir que esta labor le gusta mucho, e incluso llegó a comprarse un torno para fabricar las piezas que necesitaba para lo que tuvo que aprender a tornear.
Respecto a sus características nos indica que el motor tiene una potencia de 2300 cc y 38 CV «que era lo que había en la época». Aunque el cuentakilómetros mide la velocidad en millas, indica que «lo máximo que he alcanzado son los 85 km/h que ya es bastante». Antonio Arredondo es el tesorero del Club Amigos de las Motos y Coches Clásicos de Baza con los que, siempre que puede, participa en salidas y rutas a razón de una o dos al mes, a partir de la primavera y una concentración en la feria batestana de septiembre a la que acude gente con motos prácticamente de toda España. Tanto en éstas como en otras salidas está acostumbrado a que la gente gire la cabeza a su paso y que aprovechen cualquier parada para hacerse fotos junto a su vehículo, aunque a veces la gente se sube en los guardabarros «y eso no me gusta tanto».
Matrícula histórica y tapón de radiador con termómetro Cuenta este Ford A con cuatro ruedas de radios de varilla, más la de repuesto que lleva en la parte de atrás. En la parte delantera se observa el tapón de radiador con termómetro que permite al conductor ver la temperatura desde su asiento. Hace seis años y medio que Antonio Arredondo lo declaró como histórico. «Tardé más de dos años para poder terminar de restaurarlo y mientras fui preparando la documentación pues cuando un coche viene del extranjero es bastante complicado y lento», informa. También que, dependiendo del coche y hasta donde se tenga que desplazar el ingeniero, el certificado de catalogación como vehículo histórico puede costar entre 300 y 400 euros. Respecto a la ITV de estos vehículo que han de pasar cada cinco años, señala que por sus características es «un poco blanda». El Ford A, fabricado entre 1927 y1931, fue el segundo gran éxito de la marca tras su predecesor, el Ford T, que había estado 18 años en producción. Los primeros modelos salieron de fábrica el 20 de octubre de 1927, aunque no se pusieron a la venta hasta el 2 de diciembre. Entre sus ventajas figuraban la nueva caja de cambios de tres velocidades, los amortiguadores hidráulicos y el sistema de frenado en las cuatro ruedas. Sus dimensiones son 4.191 m de largo, 2.629 m de ancho y 1.702 m de alto. Próxima entrega: Los hermanos Mercado y sus motos Montesa Yaya, Montesa Brío 81 y ROA |
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Comentarios
2 respuestas a «Vehículos singulares, 65: Antonio Arredondo Ibarra y su Ford A – Doble Phaeton de 1929»
Como aficionado al Ford modelo A, y poseedor de uno de ellos, un Sport Coupé de 1928, quiero precisar que Ford nunca uso la denominación «Doble Phaetón» para su modelo A. La denominación correcta es PHAETON para los descapotables de cuatro plazas y cuatro puertas y PHAETON DELUXE para los de cuatro plazas y dos puertas. El termometro en el tapón del radiador no era montado de serie, sino como un accesorio que debia adquirirse aparte. Prespecto a la cilindrada y potencia su motor tenia 3.285 c.c y desarrollaba 40 H.P. Por problemas de fiscalidad se fabricó un motor menos potente para Europa denominado AF , que tenia 2.43 c.c. y daba 28 H.P.
Muchas gracias, Luis por sus precisiones.