Los amantes de la pintura naïf en Granada están de enhorabuena, pues en la noche del martes se inauguraba una nueva exposición en el Centro Artístico de Granada con una selección de obras de Manuel Gómez Arce, unos de los más reputados artistas de esta técnica a nivel nacional que mostrará 25 de sus creaciones hasta el próximo 18 de octubre. «Aqui hay de todo un poco, muchas romerías y fiestas, algunas cosas típicas de Granada y otras que a mi me gusta pintar», explica este pintor nacido en Badajoz en 1951 y residente en Madrid desde donde acudió para el acto inaugural en el que estuvo acompañado por la vicepresidenta del Centro, Carmen Prados y por el tesorero, Francisco Lopera del Moral. La muestra está abierta al público de lunes a sábado, de 18 a 21 horas.
Las obras que se pueden contemplar pertenecen a su fondo personal que han sido mostradas en exposiciones anteriores, a excecpión de varias que como la titulada ‘La Tarasca’ (55×46 cm) que ha sido realizada recientemente y que pasará a pertenecer al Centro Artístico una vez finalice la exposicón. «Hay muchas fiestas pues mis temas preferidos son las romerás y todo lo que tiene que ver con el folclore pues en su época participé en un grupo de coros y danzas. Lo llevo en la sangre y es lo que más me gusta pintar», explica el pintor al tiempo que detalla algunos otras temáticas recogidas como algunas escenas mitólogicas, el Palau de la Música de Barcelona durante un concierto, la plaza de Baeza, un homenaje a Rousseau pintor, el palacio de Cristal de Madrid, así como escenas cotidianas de patios de vecinos, sala de consulta,… Comenta que fueron los tebeos de Roberto Alcazar y Pedrin, El Capitán Trueno y El Jabato, los que inicialmente le incitaron al dibujo, para espués se pasar al color copiando láminas de paisajes.
«Dando un gran salto y decidido a buscar mi propio estilo, un buen día me puse delante de un lienzo en blanco y ahí empezó la batalla y el disfrute al mismo tiempo que para una persona autodidacta como yo era un reto. Curiosamente empezaron a fluir recuerdos de una romeria vivida de pequeño y el lienzo empezó a tomar color. Ese primer cuadro, hoy en el Museo Internacional de Arte Naif de Jaén, y se ha convertido en punto de partida de esta larga carrera». Justifica su preferencia por el arte naïf «porque es con el que me siento más cómodo, pues sin tener ningún conocimiento técnico y siendo autodidacta me permite expresarme libremente, sin miedo a la perspectiva, a los colores. Me da mucha libertad». Desde que comenzara a exponer en 1988 ha participado en cerca de 200 exposiciones y cuenta con una veintena de galardones. «Todos los premios son importantes, pero cuando son del público se valoran mucho más. Ese lo consegui hace unos años en Madrid en la VIII Edición de la Muestra de Arte Naïf Europeo», opina.