Siempre se ha dicho que para conservar un edificio histórico lo mejor es darle una utilidad. Al menos este es el convencimiento de Jacinto García Rodríguez y Jorge Molina Palma, que han recuperado el Torreón de Cotilla, en Ogíjares, para convertirlo acertadamente en una sala de arte y exposiciones con el nombre de ZocaloArte. Iniciativa a la que se ha sumado el ayuntamiento que hace un año firmaba con sus propietarios un convenio con el objetivo de que artistas locales y venidos de fuera puedan mostrar su obra para el disfrute de los vecinos y amantes del arte. Este es el caso del pintor, Andrés Rueda y del escultor, Yamal Dim, que el pasado viernes inauguraban en este espacio la exposición ‘Moros y cristianos’ que se podrá visitar hasta el 27 de octubre, de lunes a viernes, de 7 a 9 de la tarde. En el acto inaugural, además del alcalde, Francisco Plata y del concejal de Cultura, Estéfano Polo, intervino, Jacinto García y el poeta y académico de las Buenas Letras, Pedro Enríquez.
Tras cruzar la preciosa entrada en cuyo lado izquierdo hay una fuente en un rincón con arco de herradura y subir las escaleras hasta la primera planta que igualmente se utiliza como espacio expositivo preguntamos a los dos artistas del porqué del nombre dado a la exposición a lo que el pintor Andrés Rueda responde «Yo soy de Ávila y él (por Yamal) al que conozco desde hace tiempo, de Marruecos y como le considero un gran escultor pues hicimos esta proposición conjunta. Aunque en el principio se pensó hacer algo en el que pinturas y esculturas coincidieran, al final decidimos que cada cual eligiera las obras que deseara. Hemos quedado muy satisfechos con el resultado». En efecto, la estancia en la que se hay un gran arcón y un par de tinjas medianas, se muestran tres esculturas en hierro del marroquí ante las respectivas cortinas blancas y seis coloridos cuadros del abulense.
Yamal Dim, «muy comprometido con las causas perdidas», nos ofrece otra versión sobre el nombre de la exposición pues al parecer a Andrés de pequeño en Piedrahita le apodaban ‘El Moro’ en tanto que a él, lo hacían en Tetuán, con el sobrenombre de ‘El Andalusí’. Nos cuenta también que busca la inspiración en las desgracias humanas al tiempo que nos va describiendo las tres que aparecen en la sala. «Esta la hice con palabras árabes encadenadas -ignorancia, robo,…- para invitar a los árabes a romper esas cadenas y que salgan para adelante. Se ha buscado lo artístico más que el significado de cada palabra», explica antes de pasar a las otras que ha titulado ‘El domador de peces’ y ´Mujer con retrato de ex-amante’, todas realizadas en hierro a lo largo de este año, algunas acabadas recientemente.
Obras escultóricas que contrastan enormemente con la gran riqueza cromática de los seis cuadros, sobre los que su autor indica que «mi pintura es muy sencilla. Persigue la búsqueda de la belleza, la sensación buena de la vida y, sobre todo, la luz». Afirmación que se hace realidad, de forma especial en el cuadro que representa una rama de almendro en flor, un canto al esplendor de la naturaleza. En la planta baja, en otra pequeña sala comparten espacio otras dos esculturas y varios cuadros al igual que el espacio principal de la entrada, algunos de ellos relacionados con el monumento alhambreño. También supimos que las obras de Andrés, entre el impresionismo y la abstracción, están teniendo una gran aceptación en el mercado chino.
En el acto inaugural Jacinto García aprovechó para dar algunos detalles del histórico edificio reconvertido en sala de arte cuya denominación de ‘Cotilla’, es una evolución del nombre mozárabe ‘kott’ (roca, altura, saliente, prominente). También para ofrecer una tercera interpretación del título de la muestra al estar en un «torreón de origen moro que ahora es cristiano». Por su parte, el concejal de Cultura manifestó que «es un placer inmenso que se puedan organizar en este lugar exposiciones pues el sitio es espectacular y está llevado por personas encantadoras», afirmación a la que se sumó el alcalde, Francisco Plata. El acto finalizó con la intervención del poeta de La Zubia, Pedro Enríquez, que manifestó encontrarse en calidad de amigo de los artistas y terminó sus palabras con el recitado de su poema ‘Génesis’.