Nuestro desplazamiento a Huétor Tájar tuvo un triple resultado. Dos, ya los hemos dado a conocer: el Land Rover de 1982 de José Antonio Gálvez y el Renault Floride de 1963 de Juan Francisco Ruiz Soldado, siendo el tercero el que compartimos hoy, un precioso Seat 850 Spider azul de 1970 para el que volvemos a los hermanos Gálvez, pintores de profesión y apasionados del mundo del motor. Ricardo que tiene 39 años, siete menos que su hermano, nos explica que le gustan los coches desde que era un niño y que fue su hermano quien «se la pegó desde pequeño». También comenta el increíble cambio que ha sufrido este vehículo desde que lo adquirieron y al que han dedicado un largo proceso de restauración. Para demostrarlo busca un pequeño álbum de fotos en el que se aprecia el pésimo estado cuando fue adquirido, pues «estaba hecho polvo, oxidado y ha necesitado una restauración completa».
También indica que lo compró en Atarfe y cómo estaban ilusionados en sacarlo para adelante pues apenas llegaron a fabricarse dos millares de esta marca y modelo, única de Seat descapotable, de la que estiman pueden estar en funcionamiento un cincuenta por ciento. Un deportivo biplaza que les hace pensar en los pocos afortunados que en la década de los setenta podía contar con un coche de estas características. A continuación nos facilitan algunos datos extraídos de la ficha técnica del vehículo como motor de un 850, cilindrada 902 y 52 CV, a lo que añaden otras curiosidades como contar con carburador de doble cuerpo y cárter de aluminio. También nos llama la atención que, tanto en los laterales como en el volante, aparece el escudo con la lectura Abarth, rojo y amarillo y en el centro un escorpión, perteneciente a la compañía italiana de automóviles de competición, filial de Fiat Group Automobiles, fundada en en Bolonia en 1949 por el italo-austriaco Carlo Abarth. También aparecen los nombres de los hijos bordados en los reposacabezas y varias fotos familiares en el salpicadero.
«Llega a mis manos hace 9 ó10 años. Le hemos dedicado mucha ilusión y muchas horas de los fines de semana y después del trabajo, a lo largo de unos seis años que ha durado la restauración hasta conseguir que andara pues por un lado ha estado el tema mecánico y por otro el del papeleo para matricularlo. Conseguir la matrícula histórica se ha llevado sobre un año. Ahora lo usamos para salir con el grupo de amigos de Huétor Tájar», indican. Al reparar sobre el relieve de los espejos retrovisores explican que han recurrido a dos espejos de moto, así como que el radiocassette no es el original pero si es de la época y que les queda por arreglar el cuentakilómetros. Al mostrarnos el maletero nos comenta que apenas cabe «la rueda de repuesto y poco más». También que lleva una capota rígida para usar especialmente durante el invierno, aunque la de algunos modelos está fabricada en lona.
Un pequeño coche de lujo
Según hemos podido averiguar este vehículo fue el primer descapotable de la historia de SEAT que se fabricó bajo licencia Fiat, de septiembre de 1969 a 1972. Está basado en el Fiat 850 Spider y fue diseñado por Bertone, que se convirtió en competidor del Triumph Spitfire y el Honda S800. En su corto periodo de vida, prácticamente no sufrió modificaciones, aunque las primeras 919 unidades que se fabricaron adaptaban motores Fiat y piezas importadas de Bertone, mientras que las 813 posteriores incorporaban propulsores y componentes de fabricación nacional, aunque exactamente iguales. Por otro lado, existieron dos versiones de competición, desarrolladas por el preparador Juncosa, con motor 1.6 de 149 CV o 1.7 de 161 CV. Al parecer las 1.732 unidades de este modelo que Seat construyó en la factoría de Zona Franca (Barcelona) fueron equipadas con el único motor que adaptó este roadster: un tetracilíndrico de 903 cc y 52 CV colocado en posición trasera longitudinal. En cuanto a sus dimensiones son 3,82 m de largo por 1,50 m de ancho y 1,22 m de alto. Su peso es de 730 kg y el maletero tiene una capacidad de 180 litros aproximadamente contando con un depósito de combustible de 30 litros. La velocidad máxima que alcanza es de 145 km/h siendo el consumo medio de 10 litros cada 100 km. Quizás lo más curioso de este modelo es que el apellido Spider fue por implantación popular, ya que Seat no pudo registrarlo como Spider pues Fiat lo había registrado en España con anterioridad.
Próxima entrega: Paco Peso y su Wauxhall Velox de 1955
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