El profesor y artista Emilio Luis Fernández Garrido (e.luis) no olvidará el año 2016 pues se ha convertido en la fecha en la que consiguió una de sus metas: doctorarse en Bellas Artes. También otro de sus objetivos, al ser una realidad su cuarta exposición individual en un espacio que ha impulsado y en el que ha favorecido las exhibición de obras de artistas, tanto consagrados como noveles. Esta muestra ha convenido en denominarla ‘Retales de un instante’ y se podrá visitar hasta el 14 de febrero, en el taller de grabado ‘La Granja’ que permite observar el proceso y herramientas empleadas en su elaboración como los productos unas vez terminados. En el acto inaugural contó con numerosa asistencia entre la que se incluía varios de sus profesores de la Facultad de Bellas Artes, actuales alumnos universitarios a los que imparte clase y pequeños a los igualmente enseña en horario extraescolar.
En el acto inaugural Emilio Luis comentó que se trataba de un «día especial» pues después de tres años volvía a celebrar una exposición individual. La anterior fue en el Centro Andamiada Rayón de Santa Fe, donde expuso piezas de gran formato. «Necesitaba cambiar el chic y hacer cosas más íntimas, pero antes tenía que ponerme a terminar la tesis doctoral. Quería mostrar mi obra como creador sentado y la influencia de mi enfermedad en mi creación», manifestó antes de añadir que también era importante pues la primera de sus exposiciones individuales fue hace dos décadas en Moclín, «el pueblo de mi padre» e igualmente por ser el 5º aniversario de la entrada en funcionamiento de La Granja, en Granada. En cuanto al título manifestó que le gustan recuperar palabras que están en desuso. Otra de las curiosidades es el texto poético que acompaña cada obra o serie. «Después de 2013 necesitaba cambiar el chic. Comencé a escribir bastante. Mi obra se alimenta de lo que escribo y lo que escribo de lo que vivo y de lo que trabajo. Poco a poco he podido realizar estos latidos, experiencias y sensaciones», manifestó antes de reconocer que es muy complicado tener una estética particular.
Entre los asistentes se encontraba Joaquín Casado de Amezúa, profesor de la escuela de Arquitectura, académico de la Academia de Bellas Artes de Granada y actualmente alumno de Emilio Luis al que conoció en la Academia para la que a veces trabaja, y que tras su jubilación asiste por las mañanas a La Granja donde está disfrutando pues «Emilio Luis es un grandísimo profesor, del que cada día que vengo al taller aprendo una cosa nueva, pues sabe muchísimo y además no presume». También asistió a la inauguración, Manuel J. Gragera Martín, profesor de la Facultad de Bellas que le dio clases de Dibujo del natural a Emilio Luis. «Tenía la gran capacidad de dar soluciones ingeniosas. La formación clásica es importante para tener este bagaje, superar el realismo y ser capaz de hacer obra del siglo XXI», manifiesta al tiempo que se congratula de tenerlo de compañero.
En efecto, según nos cuenta Emilio Luis, tras su doctorado ha comenzado a impartir dos asignaturas a alumnos universitarios, por un lado del Grado de Restauración a los que enseña Dibujo de estatua, y, por otra parte, Litografía, optativa de tercero curso de Bellas Artes. En cuanto a lo de enseñar a los niños en su taller la tarde de los vienes indica que «es gratificante al cien por cien. Aquí vienen a disfrutar y a emocionarse pintando y les sabe a poco». En cuanto a la exposición señala que está compuesta por 22 dibujos que forman parte de series y otros con entidad individual, más un libro de artista, con ocho xilografías. «Mi obra ha ido evolucionando y es muy autobiográfica», matiza.