¿Qué hacen los taxistas entre carrera y carrera? Según hemos podido observar unos escuchan la radio, otros charlan con los compañeros, también hay quienes leen el periódico y hasta quien escribe libros, como es el caso de Ramón Alcaraz (Granada, 1966) que esta tarde presenta su segunda novela titulada ‘Alea jacta est’ (Ed. Dialéctica). Será en el Cuarto Real de Santo Domingo y en la mesa le acompañará su editor, Víctor Miguel Gallardo (19,30 h). Título latino para una obra narrativa voluminosa de 672 páginas que principalmente discurre en el Bajo Albaicín, concretamente del barrio de San Pedro, barrio bien conocido del taxista, entre los años 1947 y 1952.
La suerte está echada y la segunda novela de Ramón Alcaraz ha llegado a las librerías. Ahora queda esperar que los lectores le brinden la buena acogida que tuvo la anterior ‘El poder de la reina’ que pese a tener escasa promoción y difundirse en Granada capital se llegaron a vender más de 500 ejemplares. «Soy lector impenitente desde hace muchos años y en el taxi me ha dado tiempo de leer muchas novelas y otros libros que no son novelas. Hace unos años mi mujer me apuntó a un taller de literatura con César Requesens donde comencé a escribir relatos breves, después me planteé la posibilidad de escribir una novela y ya estoy con la segunda», resume cuando le interrogamos acerca de su interés por la escritura. En este caso, en las primeras líneas nos presenta al protagonista de su obra, un octogenario que pasa sus días en una residencia y que acaba de perder a su esposa que en el último momento de su vida le hace una confesión. Esto le da pie para hacer un viaje en el tiempo y contarnos la vida de Manolín cuando era un adolescente de apenas 13 años y los acontecimientos que vive a finales de los 40 y principio de los 50. «Se trata de un personaje sencillo que vive en el Bajo Albaicín, en la calle Candil, es hijo de un herrero, y va a la escuela, porque el padre se empeña, pues detestaba el colegio y al profesor», explica del protagonista en tanto que de Amalia, la protagonista, nos dice que es «una maestra guapísima, adorada por todos. También por un guardia civil que llega al Albaicín, como comandante de puesto». En ese punto aclara que los personajes no son reales aunque «su parecido con la realidad no es pura coincidencia». Del guardia civil José Villanueva indica que, aunque sea de forma anacrónica, ha utilizado bastantes rasgos de la figura del famoso sargento Colomera.
De su modus operandi literario señala que escribe siempre entre carrera y carrera, en las paradas, tiempo que emplea en leer novelas, por muy largas que sean y escribir. Al principio lo hacía manualmente en un cuaderno grande que luego transcribía al ordenador. Su segundo libro ya lo ha escrito en un pequeño ordenador que siempre le acompaña en el coche donde se pone a escribir y no ve la manera de parar. Mientras le hacemos la entrevista en el propio taxi -el número 312- observamos que lleva un libro en la guantera. Se trata de ‘Ensayo sobre la lucidez’ de José Saramago, cuando le preguntamos que si es el que está leyendo en la actualidad responde afirmativamente y añade que antes leyó el ‘Ensayo sobre la ceguera’ y que le han gusta el escritor portugués «porque escribe de una forma sencilla». También de sencilla califica la historia de su novela y que bien podría haber ocurrido en una época de posguerra que se puede mirar desde diferentes prismas. Afirma que cuando escribe no piensa en el lector porque pretende escribir algo que a él le gustaría leer. Para transmitir los conocimientos de la época narrada ha recurrido a los testimonios que en su momento le contó su abuelo, su madre, y «muchos viejos del Albaicín». También a diversas fuentes documentales, como «un librillo que creo se llama ‘Mujeres del Albaicín’, editado por la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín, con vivencias de mujeres de hoy de cuando eran niñas y otros de la estantería de la biblioteca de San Nicolás dedicada a este barrio de donde ha tomado tradiciones y costumbres como la de las ‘pasaeras’, relacionadas con la olla de San Antón, etc. Ramón Alcaraz, actual presidente de la gremial de taxi de Granada, justifica la elección del título y la extensión de su obra que «aunque tenga muchas páginas se lee rápidamente». También nos cuenta que ya tiene otras dos novelas: una escrita hace bastante tiempo que está reservando y otra recién acabada que tiene que retocar.
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