Soy granadino copropietario de una librería céntrica de Granada, y le ruego publique la carta que redacto a continuación para que la ciudadanía de Granada tome conciencia de lo que está pasando cuando llegan estas fechas próximas a la campaña escolar. Muchas gracias anticipadas por su atención.
¿Por qué cierran las librerías? Que el sector de las librerías está de capa caída no es una novedad, estamos atravesando un tiempo extremo de crisis, por no decir agonizante, debido a la aparición de las nuevas tecnologías, donde comenzando por el libro electrónico con sus descargas fraudulentas o no y seguido por las compras por internet le están causando un daño enorme, al verse mermados los ingresos de esta actividad cultural.
Pero lo que puede acabar definitivamente con ellas, es la escalada de colegios privados y concertados que año tras año se suman a vender los libros de texto ellos mismos a su alumnado sin que las Administraciones correspondientes tomen cartas en el asunto y frenen esta ilegalidad, que se comete de una forma descarada y en la mayoría de los casos obligando más que sugiriendo a los padres del alumno para que deje el ‘chequelibro’ en el centro para su gestión a través del mismo y lógicamente que se queden los beneficios en el colegio y no en la librería del barrio, como debería de ser, por ética y por ley. La ley de gratuidad de libros de texto de la Junta de Andalucía especifica que serán las librerías (se entienden como tales las que todo el año están abiertas al público, tienen empleados y pagan sus alquileres e impuestos) las encargadas de servir los ‘chequelibros’.
Si a esta pasividad de la Junta y a ese ‘mirar para otro lado’ para no tener más problemas con los colegios, le sumamos la competencia desleal de la que hacen gala las editoriales, que directamente les sirven los libros de texto a los colegios con un descuento mucho mayor que el que nos ofrecen a las librerías, la tragedia está servida.
En cuestión de poco tiempo, todas cerraremos.
GINÉS LÓPEZ. GRANADA