Mi querida Marga, mi querido Edu, otro año más que ha pasado y yo sigo aquí como un tonto tratando de escribir algunas líneas que tengan el mínimo sentido, para deciros que no estáis solos, que Antonio Luis sigue al pie del cañón recordando cada una de vuestras vivencias compartidas a lo largo de tantos años.
Cierro los ojos por un momento; abro el tesoro de mis recuerdos y veo todos los años pasados juntos. Así que es muy duro ver a esa figura tan cercana y afectuosa sufrir una enfermedad tan inclemente como lo es el Alzheimer; tus recuerdos ya no son los suyos, al menos cuando la enfermedad ya está avanzada, así que a veces uno puede tener la sensación de que a las historias en común con esa figura tan entrañable les falta “algo”, como un elemento, un detalle que no nos hace disfrutar tanto de aquellas memorias.
La sociedad se sigue haciendo aun hoy, 2017 la misma pregunta ¿Qué es el mal de Alzheimer?
Es una demencia progresiva, que tiene como síntoma principal el déficit de memoria, detectado tempranamente, y que por lo general, empeora progresivamente, mostrando problemas perceptivos, del lenguaje, y emocionales a medida que la enfermedad va avanzando. El 50% de los mayores de 65 años demenciados, padecen de Alzheimer.
Por desgracia, no existe la cura para éste mal. Los especialistas, tratan sólo de aliviar los efectos de la demencia, con resultados positivos, aplicando técnicas de ejercitación de la memoria al paciente, con el fin de retrasar los síntomas.
Aunque el paciente no tenga el lenguaje verbal es importante mantener el contacto con él: son importantes las muestras de afecto, las caricias, las sonrisas, el trato cariñoso, el estímulo para que se mueva, escuche música o mire a sus programas favoritos de televisión.
Hace tiempo leí unas palabras de un hombre que cuidaba de su mujer afecta de Alzheimer… “ella no sabía quién era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo, pero él siempre respondía…‘Ella no sabe quién soy, pero yo aún se quién es ella.’
Por eso yo, en mi ignorancia, pero en el cariño tan grande que os tengo, solo puedo deciros que día a día y año a año, seguiré estando aquí para daros el cariño y afecto que merecéis y para seguir cantando con vosotros Mediterráneo y Gorrioncito que melancolía.
De siempre sabéis que os quiero. Besos.
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