Ocurre con frecuencia que, ante la contemplación de un coche clásico recién restaurado, es imposible imaginar el estado en el que llegó a las manos del propietario. En estos casos se convierte en verdadero el refrán “una imagen vale más que mil palabras”. Este es el caso del ‘vehículo singular’ que les queremos presentar en esta ocasión, propiedad de Antonio Jesús García Rubio, un mecánico de Caniles que el año pasado recibió de su mujer como regalo por su onomástica un Renault 17 de 1972, o lo que quedaba de él, después de haber estado durante 25 años abandonado la intemperie. Su paciencia y conocimientos, además de la adquisición de otro para piezas de la misma marca y modelo, obraron el milagro y en la X Concentración Turística Automóvil Clásico del Altiplano Villa de Caniles, pudimos conocerle, gracias al contacto facilitado por José Antonio Pérez, presidente del Club organizador.
Después vendría un pequeño desplazamiento para buscar un escenario que sirviera de telón de fondo para el reportaje gráfico, lo que nos llevó hasta la antigua estación de Hijate, donde aprovechamos para recabar los datos necesarios. «Soy mecánico y empecé a trabajar con mi padre cuando tenía unos 10 años. Mi interés por este coche lo tengo desde que venían unos vecinos de mis abuelos y traían uno de Francia, de color amarillo. Desde entonces estoy enamorado de este coche. Llevo muchísimos años intentando conseguirlo, lo encontré aquí en España pero pedían una barbaridad de dinero, pero hasta que no lo he conseguido a un precio más afable no lo he comprado y no me he puesto en serio con él», explica. Cuando le interrogamos acerca de lo que entendía por «precio razonable» aclara que la primera vez que fue al lugar donde lo tenían, le pidieron 2.000 euros, la segunda 1.500, la tercera 1.200, la cuarta 1.000 y a la quinta lo consiguió por 400 euros.
Ya tenía el coche de sus sueños regalado por su mujer, Rosario Cabello Reina, para el día de San Antonio. Después tuvo que comprar otro para recambios pues el coche estaba muy estropeado y «cuando lo desarmé. pues se había tirado 25 años abandonado debajo de un almendro, estaba oxidado por completo. Por Internet vi que anunciaban otro en Toledo y lo compré. Me costó más caro que este, 700 euros, y no tenía mecánica ninguna. Lo compré para aprovechar el salpicadero, el capó, y varias cosas más». Tras varios meses de trabajo, aprovechando ratos libres, antes y después de su trabajo, y sábados y domingos, por fin hace un mes y medio, el vehículo pudo volver a circular.
Nos cuenta que, como el suyo hay muy pocos circulando, «entre otras cosas porque en realidad no se llegó a comercializar en España. Los pocos que hay los traían por encargo los directivos de los concesionarios. Que sepa no se han vendido en España y por eso no hay piezas de recambio». De su estado inicial hablan las fotos y también lo que dijeron sus familiares cuando lo vieron por primera vez: «si esto anda alguna vez eres el mejor mecánico de toda España». Pero ahí está, tras mucho esfuerzo y dedicación dispuesto para ir a donde quiera, siendo su principal uso para disfrute los fines de semana con su mujer y su familia, una hija con 23 años que trabaja en Almeria y otro con 18 que está terminando 2º de Bachillerato y que «está deseando sacarse el carnet para conducirlo».
Un vehículo con «un señor motor»
Según nos explica Antonio Jesús este modelo sucedió al Renault Caravelle y sería sustituido a su vez por el Renault Fuego. «Creo que se fabricaron alrededor de 56.000 unidades. El mío concretamente es el 8.131 y fue fabricado en enero de 1972. Se fabricaron para parte de Europa y los EE.UU. Aquí en España según tengo entendido no se llegó a comercializar, ni el Renault 15 ni el 17», explica su propietario antes de añadir que desarmó por completo el motor y lo reconstruyó pieza por pieza, añadiendo que «es un señor motor para su época pues desarrollaba 90 CV, como deportivo de lujo que era». También que en cuenta a consumo «pensaba que iba a gastar más. No le he hecho la prueba pero calculo, que siete y siete y medio litros a los 100 kilómetros. No creo que sean mucho más». Así lo indica este mecánico con taller en la calle Sevilla, de Caniles, que ha probado montones de coches, que «ha mamado desde pequeño» su interés por los vehículos y que le encanta ver cómo su Renault 17 le convierte en centro de atención cuando circula por la calle o la carretera. El Renault 17 se presentó, junto con el Renault 15, en el Salón del Automóvil de París de 1971. Se fabricaron tres versiones: el TL con 90 CV de potencia, 5800 rpm y 1565 cc, el TS y Gordini con 108 CV y 6000-6250 rpm y 1605-1647 cc. En todos los casos el motor era L4 8V, de carburación de doble cuerpo en el primer caso y de inyección en el segundo.
Próxima entrega: Luis Sánchez Castelllano y su Montesa Brio 81 de 1957
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