Tenemos que agradecer a esta serie la gran cantidad de aficionados al mundo de los clásico que estamos conociendo, así como la variedad de rincones de las provincias de Almería, Jaén y Granada que nos está permitiendo visitar. Por ejemplo, para el protagonista de hoy nos tuvimos que desplazar hasta Benamaurel, precioso pueblo de la comarca de Baza, conocido por sus procesiones, los elegantes desfiles de moros y cristianos, las espectaculares batallas por la imagen y la representación cautiverio y rescate de Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza. En este caso la excusa para la visita fue que el propietario del flamante Lancia Beta 2000 de 1981, Antonio Trabalón Rodríguez, aunque nacido en Barcelona reside con su familia en este pueblo que tiene otra singularidad y es que es el municipio de España de menos de 15.000 habitantes con más viviendas-cueva, 1.993 en 2012, según el inventario de viviendas cueva realizado por la Diputación de Granada.
Como es habitual cuando nos acercamos a un lugar que no conocemos solitamos a los propietarios que elijan algún lugar emblemático para la realización del reportaje gráfico y el vídeo que luego se difunde en Canal Tamayo. En este caso Antonio no tuvo dudas y eligió la ermita de la Virgen de la Cabeza que se encuentra poco antes de la entrada en la población. Después tuvo a bien invitarnos a su moderna casa cueva donde conocimos a su mujer, María Isabel García Zamora y a sus hijos, Abraham e Hiriam. En la ermita un cartel informa de la historia del santuario bendecido el 30 de abril de 1970. También se indica que fue «diseñado por Agustín Cruz Torreblanca y realizado por personas y devotos que trabajaron de forma desinteresada. Lugar de peregrinación especialmente el día de la romería -último domingo de abril- donde es acompañada por las comparsas de moros y cristianos y Pakkos del Guardal, así como todos los benamaurelenses y visitantes». Con este magnífico fondo, Antonio nos cuenta que «de siempre me han gustado la línea de los coches italianos de los 70 y 80. Un día iba buscando piezas en un desguace y vi allí arrumbado y con la pintura quemada, pero bastante entero, el Lancia Beta 2000. Fue un amor a primera vista».
Antes de continuar, le pedimos nos facilite algunos datos de su actividad laboral. Así supimos que es mecánico-inspector, desde el año 1998 por lo que se pasa las jornadas pasando inspecciones de ITV. Después continua con la historia del coche y nos cuenta que llegó a un trato con los propietarios, vendió un quad que tenía y se dedicó a la restauración de su nuevo coche. «Otro coche que también me ha gustado siempre es el 124 Sport, antecesor del Lancia Beta, pero nunca ha caído uno en mis manos», explica antes de añadir que éste para su época «iba muy bien equipado, tiene un motor potente, 2000 cc, 111 CV, carburador doble cuerpo, también salió con estárter automático, elevalunas, aire acondicionado, dirección asistida, suspensiones multibrazo, frenos de disco en las cuatro ruedas. Es un coche ágil y muy cómodo para viajar incluso con la familia». Vehículo que utiliza casi exclusivamente para ir a las concentraciones. «Tengo un Renault 8 que sustituí por este pues la familia somos cuatro y vamos más cómodos. Mi mujer sufre mi afición y se anima de vez en cuando a acompañarme. La última concentración fue en Lúcar (Almería), y quiero dar mi felicitación a la organización pues con muy poco presupuesto hicieron una concentración muy bonita».
En España se fabricaron 1.398 unidades
Pietro Castagnero, del Centro de Estilo de Fiat, fue el diseñador de las líneas maestras del coupé estilo italiano, cuya consola principal está dotada de ocho marcadores, entre relojes y testigos. Según el cuentakilómetros del Lancia Beta de Antonio Trabalón marcaba, a finales de septiembre, 31.603 km, por lo que aclara que serán 131.603, al haber dado la vuelta. «Yo le habré hecho unos 4.000 km desde que lo restauré» indica antes de añadir que comparte la suspensión con el Lancia Delta. «En España es difícil encontrar este modelo, pues se fabricaron muy pocas unidades, de hecho se llegaron a matricular 1.398 y la mayoría han ido a parar al desguace. Conozco gente que está haciendo un censo de Lancia Beta, que por ahora llevarán entre 30 y 40». También señala que los retrovisores exteriores no son los originales, ya que tenía unos que no le gustaban mucho. «Prefería los del el Beta italiano, fabricado en el 73, que los llevaba en el mismo sitio y con una forma muy parecida a los que le he puesto», indica. Igualemten resalta una cosa curiosa respecto a los frenos. «Son una maravilla con un circuito doble, que en su época Lancia le llamaba Superduplex que hacía que aunque se reventara un latiguillo siguiera frenando al llevar dos circuitos independientes metidos en la misma bomba». Las dimensiones de este automóvil de 1.000 kg de peso son 3.995 mm de largo x 1.650 mm de ancho x 1.285 de alto. El depósito de combustible tiene una capacidad de 49 l., teniendo un consumo medio de 8 a 13 litros a los 100 km.
Próxima entrega: XIII Ruta Reale de Automóviles Antiguos
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