Como cada 30 de enero, los colegios e institutos de la provincia celebran el Día Escolar de la No Violencia y de la Paz, una efemérides que homenajea el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, de la que se cumplen este martes 70 años. Con esta conmemoración, se pretende llamar la atención de la comunidad educativa sobre la necesidad de despertar en los más jóvenes una cultura de diálogo, entendimiento y resolución pacífica de conflictos.
El delegado territorial de Educación, Germán González, ha conmemorado esta celebración acompañando a la comunidad educativa del Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘Mariana Pineda’ de Huétor Vega, en la inauguración de un Monumento a la Paz, presidido por un árbol simbólico (un olivo) cuyo objetivo es recordar a todo el alumnado que “las actitudes de defensa de la convivencia pacífica y de la no violencia no son cosa de un día, sino que constituyen una actitud continua, una manera de estar y de ser a lo largo de todo el año”.
A su llegada, un nutrido grupo de padres y madres, así como el alumnado se congregó en torno al monumento y la directora, Pilar Gómez, tomó la palabra para agradecer al ayuntamiento, representado por el alcalde Mariano Molina y varios concejales, la donación del olivo y la construcción del alcorque sobre el que se han colocado cantos rodados coloreados y sobre los que se puede leer la palabra paz en distintos idiomas y con los deseos de los alumnos/as para que los deseos de paz tienen que mantenerse vivos a lo largo de todos los días del año. También intervino un miembro de la asociación de Derechos Humanos, Miguel García que aprovechó para trasladar su mensaje en forma de cuento. Por supuesto, tuvieron un protagonismo especial el alumnado pues se sucedieron las lecturas de poemas y textos alusivos a la paz y contó con la interpretación de varios temas, concretamente la novena sinfonía de Beethoven interpretada a violín por un alumno y también a flauta y piano. Durante todo el acto el ‘Monumento de la paz’ estuvo rodeado por los alumnos de la ‘Patrulla de la Paz’, claramente distinguibles por su peto amarillo y cuyas funciones explicó la coordinadora del programa Escuela: Espacio de Paz.
“Celebrar la Cultura de Paz implica movilizar a toda la comunidad educativa para educar en valores, lo que se manifiesta en actitudes de reflexión y respeto a la diversidad, tolerancia, empatía con los demás, responsabilidad, autonomía, diálogo, con especial interés en el principio de coeducación, verdadera base para la igualdad de género en la escuela y en la sociedad”, ha explicado González, que ha enmarcado esta propuesta en el modelo inclusivo, participativo y equitativo sobre el que se asienta la educación andaluza.
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(En preparación)