El martes, 5 de junio, a las 19.30 horas, en la Sala Apperley del Centro Artístico de Granada (C/Almona del Campillo 2, 2º) está prevista la inauguración de una nueva exposición de pintura. Se titula ‘Todo son luces y sombras’ y su autor es Adrián Marmolejo Clarhed, un pintor figurativa-impresionista que trabaja especialmente la acuarela. Nacido en Coín (Málaga) y afincado en Granada, donde ha realizado sus estudios Artquitectura, y que reconoce pueden estar en el origen de su interés por los paisajes urbanos. Tras trabajar en Bélgica ha regresado a Granada donde compagina la realización del máster de ‘Producción e investigación en Arte’ con la su pasión acuarelista.
«Yo pintaba desde muy pequeño en mi pueblo. Empecé con una artista belga, ya fallecida, Annette Deletaille, que creó una escuela de pintores, con la que salía a pintar en la calle y en el campo, realizaba viajes culturales ,… Ella me introdujo en la pintura directa, eso me llevó a la acuarela que me permite captar la atmósfera y la luz», explica cuando le pedimos unas pinceladas biográficas. Igualmente nos dice que admira a muchos acuarelistas de renombre internacional como Chieng Chung Wei de Taiwán, Joseph Zbukvic de Serbia y también a maestros más cercanos como el granadino Manolo Jiménez, el valenciano Emilio Cárdenas, el madrileño Paco Castro o el almeriense, Miguel Sampedro,… «que llevan la acuarela figurativa a un nuevo nivel, más suelta, más de mancha y de simplificación de las cosas al máximo». En su caso dedicado de forma más exclusiva a la acuarela lleva desde finales de 2015, aunque también ha tocado algo el acrílico.
En estos tres años ha realizado dos exposiciones en Málaga y Coín, siendo la del Centro Artístico la primera de Granada por ello en ‘Todo son luces y sombras’ la temática es netamente granadina. «Los visitantes se encontrarán rincones que les suenan bastante aunque no se trata de vistas grandilocuentes y muy complejas, sino de rincones y esquinas más humildes, que creo que guardan la cotidianidad que no tienen otras vistas tan reconocidas», comenta mientras nos va mostrando las 15 o 16 obras que ha realizado en el último año y que expondrá en este céntrico espacio hasta el 16 de junio, en horario de 18:30 a 21.30 horas, de lunes a sábado. También nos comenta las virtudes de la acuarela frente a otras técnicas, en especial «la transparencia y superposición de capas lo que les da un gran abanico de fusiones de colores».
Respecto al título indica que alude a su obsesión por las luces y sombras, pues «crean el volumen y dan forma al mundo que conocemos, no existiendo la una sin la otra. Este binomio también está presente en el duelo entre lo racional, perfecto y apolíneo y lo irracional, humano y dionisiaco, reflejado en los trazos que construyen la pintura». De igual manera señala que su objetivo es «que el espectador pueda establecer un diálogo con la obra, sin el cual no hay esa comunicación y tampoco hay arte. También es interesante que el espectador pueda aportar parte de su inteligencia y acabe la obra». Entre estas obras destaca la que encabeza el cartel, de la calle San Jerónimo, con grandes contrastes, al igual que la de la Carrera del Darro, una estampa de la Trinidad, con alguien paseando, rincones de la Alhambra, la plaza de las Pasiegas, una vista del Albaicin junto con una serie de dibujos realizados en el lugar que recogen impresiones del artista como una estampa nocturna de las Pasiegas, otra del callejón cercano a la Catedral, la calle de Zafra o Bibrambla.
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