No por esperada, la sorpresa ha sido menor. En las últimas inauguraciones de Zócalo Arte, en el Torreón de Cotilla, de Ogíjares, el rumor se iba incrementando hasta que, tras la exposición del taller de pintura local, se ha hecho oficial por parte de los propietarios, Jacinto García y Jorge Molina. Después de tres temporadas y 38 exposiciones comunicaban a IDEAL que el convenio con el consistorio había llegado a su fin.
«Las razones del cierre son de tipo económico pues esta sala no se mantiene por sí misma. Al tener este edificio pensamos que era un sitio ideal para poner en práctica algo en lo que creo. Buscando la cobertura municipal poniendo en marcha un convenio que ahora disolvemos. Hemos trabajado gratuitamente durante tres temporadas. Como todo el mundo sabe aquí han expuesto muchos personas, hemos promocionado colectivas y también grandes artistas, siempre procurando que fuese gratis para los creadores. Con lo que aporta el ayuntamiento no llega para cubrir los gastos», afirma Jacinto.
Ante el comentario de que una posible solución hubiese sido que paguen los artistas, Jacinto responde que en estos momentos «se vende muy poco. Vamos a tener crisis de artistas porque se van a tener que dedicar a otra cosa, ¿Quién sobrevive del arte hoy en día? Solamente unos pocos privilegiados». Por eso, desde el inicio la filosofía de Zócalo Arte es que fuese gratis para los artistas «y como lo planteamos así lo hemos querido mantener hasta el último momento. El primer año el ayuntamiento aportó 500 euros de subvención lo cual fue ruinoso, pero lo aguantamos, el segundo y tercero 2000 euros cada año. En la ampliación de la tercera sala el ayuntamiento no aportó nada. Creo que a los políticos no les interesa la cultura y solo les gusta el populismo».
Atrás, pues, quedan aquellas exposiciones a las que vecinos de Ogíjares y foráneos, por lo que el propio director de la sala aprovechaba para hacer una introducción histórica, una veces más largas, otras por capítulos sobre la historia del municipio, del Torreón, de Ogíjares o del camino histórico de los Pescaderos que comunicaba Granada con la Alpujarra y la Costa, cuyo trazado se podía ver desde la última planta hasta que se construyó el PTS. Como necesidad vital que es el arte para Jacinto nos cuenta que mientras pueda él continuará pintando, ahora con más tiempo pues ha restado de su tiempo personal, «el estar de 7 a 9 de la tarde, lo que ha supuesto un esfuerzo pero ha sido muy bonito a nivel de relaciones. En cualquier caso seguiré pintando lo que me gusta y cuando me gusta y mostrándolo a través de Internet. No le puedo pedir nada más a la vida».
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