Mi familia y amigos me comentan que últimamente parece ser que estoy obsesionado con la política y más aun con sus miembros, los políticos; pues bien, no es obsesión, es hartazgo, empacho y cansancio. Pero al mismo tiempo, que hago promesas incumplidas, vuelvo a caer nuevamente en el tema. Y cada día despierto con una noticia que me rebela y me deja helado de tanto cara dura como hay suelto.
Cansado estoy y estamos todos de esta casta política que todo lo ensucia y todo lo prostituye. Llevan un tiempo, desde que comenzó la dichosa crisis diciendo que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que vendimos la piel del zorro antes de cazarlo, que no fuimos previsores, pero qué se han creído estos imbéciles de medio pelo.
Si fueron ellos y solo ellos, quienes dijeron que estábamos en la champions league, si fueron ellos quienes nos vendieron el piso, el coche y el viaje al Caribe; si solo ellos fueron quienes se lo comieron crudo y sin aspavientos. A nosotros solo nos dejaron hipotecas, deudas y mal sabor.
Sus sueldos, prebendas y estraperlos eran de dominio público, pero todos miraban para otra parte, ahora quieren buscar culpables. Con esa cara dura de sinvergüenzas, que no se le cae, pero no se le cae porque tienen mucha cara y muy poca vergüenza.
Ahora nos exigen trabajar más y cobrar menos, inclusive se atreven a decir que tenemos que ser afortunados por tener un trabajo de mierda y de esclavitud, pero eso sí, ellos continúan en sus poltronas y con sus buenos sueldos blindados, pues para eso está el Parlamento Europeo, para que cuando se acabe la chicha aquí, seguir chupando del bote otros cinco años más y si no que se lo digan a la Valenciano.
Ahora hay que pedir el voto “por el bien del país”, pues muy bien, en esta ocasión y sin que sirva de precedente les voy a hacer caso, tenemos que votar, pero por supuesto no por ellos, pues ni el PSOE que inundó este país de miseria y deudas y sigue dejando un rastro de corrupción que apesta, ni por el PP que la única forma que sabe y ve para sacarnos de tanta miseria y tanta injusticia con los más débiles es recortes y más recortes.
Hora es ya de que salgamos y demos un vuelco a todo este mundo de corrupción e ineficacia en el que nos han metido toda esta gentuza sin preparación alguna y que lo único que hacen es culpabilizar al otro, sin asumir culpas, sin proponer soluciones, sin decir hasta aquí hemos llegado.
Sí, lo sé soy un pesado, pero creo que tiene que venir un mundo nuevo. Puede que mis motivaciones sean distintas, ya que empecé hace más de 40 años, cuando era muy joven. Entonces a lo mejor me motivaba más la persona individual, y ahora me motiva más salvar a más gente. Pero siento el mismo nivel de impulso, de energía y de entusiasmo que entonces. Y, por supuesto, me he hecho mayor, pero no he perdido esas ganas de luchar, porque si las perdiera, tendría que parar.
Como decía el maestro Benedetti… «No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo»…y en eso estamos.
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