¿Cómo pueden actuar los padres para evitar actitudes sexistas por parte de sus hijos/as? La labor de un padre o una madre se antoja fundamental en pro de una educación que prevenga actitudes o comentarios desafortunados. Como progenitores, hemos de trabajar la igualdad desde casa. Especialistas en la materia recomiendan no adoptar posturas que evidencien un trato distinto entre chicos y chicas.
¿Podemos y debemos combatir los estereotipos?
Sin duda alguna, la respuesta es, y , debe ser un rotundo SÍ. A veces de forma inconsciente perpetuamos roles, valores y actitudes que conllevan una clara discriminación entre sexos. Todavía hoy, en muchos hogares, son las chicas quienes ponen y quitan la mesa, así como cocinan, barren, friegan, entre otras tareas (consideradas como poco masculinas por quienes establecen una clara separación entre hombres y mujeres).
“Seamos conscientes de la importancia que juegan factores tales como la familia, los medios de comunicación y la escuela, en pro de conseguir una educación que no separe” |
Debemos disponer de toda la información necesaria que nos permita entender mejor la realidad en la que vivimos. A lo largo de la historia, las mujeres quedaron confinadas o reducidas al ámbito privado (la esfera del hogar), siendo exclusivo el ámbito público para el varón. Seamos conscientes de la importancia que juegan factores tales como la familia, los medios de comunicación y la escuela, en pro de conseguir una educación que no separe. Diversos medios de socialización transmiten ideas que se extienden, fomentando importantes desigualdades, falsas percepciones o prejuicios.
Así, no podemos seguir viendo al varón como aquel que reúne cualidades tales como la independencia, la competitividad, la ambición o el dominio. Frente a una identidad de género creada, surge la antítesis: subordinación, sumisión, amabilidad, pasividad, entrega o sacrificio, entre otras (son ideas que se asocian a la mujer). De la misma forma, combatamos la violencia, sea cual sea su expresión: psicológica, sexual o física.
Como padres hemos de incidir en el rechazo de conductas que supongan un control sobre el otro sexo: saber qué hace o con quién va, cómo se viste o establecer una serie de pautas/normas que debe cumplir con o sin nosotros. Porque nadie debe impedir el desarrollo o el ejercicio libre de la otra persona, sepamos poner los límites entre lo que se puede y no se puede hacer. No olvidemos que la construcción de una personalidad (su educación) comienza desde el nacimiento, siendo los padres los responsables de reconducir determinadas conductas
Ver más artículos de:
Rafael Bailón Ruiz con el premio Solidarios a la Mujer, 2018 |
|