“En uno de mis viajes a Granada estuve visitando la Asociación para conocer su trabajo y labor. Me entrevisté con muchas de las mujeres que ellos atienden y asisten… y de ahí nació el libro”, nos comenta Grela. Después añade que ha cedido los derechos de autor en su beneficio, para de esta manera apoyar y ayudar a perpetuar el servicio y labor, y, en concreto, el programa de atención a hijas e hijos de víctimas de violencia sexual y de género. Así mismo, nos comenta que su deseo sería el de poder incoporar este libro de 166 páginas en institutos, bibliotecas, etc… para que “pueda ser leído por los jóvenes, donde pensamos que radica la llave de la erradicación; en la educación y concienciación entre los más jóvenes”.
En el el prólogo, Rosa Regás destaca que la finalidad de este libro es “dar voz a las que no tienen voz” y que Grela Bravo ha tenido “el acierto de pedir prestadas las voces de tantas víctimas y en un ejercicio de creación literaria magnificarlas para que las oigamos y reaccionemos ante tanto dolor y tanta injusticia”. La autora nos cuenta que la Asociación de Mujeres para el Apoyo y Defensa de las Víctimas de Malos Tratos” (Activa) desarrolla desde 1999 una encomiable labor dispensando una atención psicológica especializada a estas mujeres víctimas de violencia de género, sus descendientes y personas dependientes a su cuidado. Entre otros servicios Activa ofrece grupos de autoayuda, grupos de terapia, actividades y talleres lúdico-terapéuticos, intervención psicosocial para la orientación e inserción laboral de mujeres en situación de violencia de género.
Taller de autobiografías
Pilar Gómez Medialdea, psicóloga y Terapeuta de Activa cuenta que hace unos tres años iniciaron un taller de autobiografías, donde iban escribiendo las vivencias, experiencias, recuerdos, etc., de sus propias vidas. En esas biografías las mujeres descubren y reconocen que a lo largo de su vida han tenido habilidades, aficiones, capacidades, recursos… cosas que antes hacían y les producía bienestar, seguridad, y muchas otras consecuencias de innegable valor para su estabilidad emocional y psicológica.
“Precisamente el efecto terapéutico de este taller empieza a resultar sorprendente y así es cómo me planteo personalmente, como terapeuta y psicóloga de este grupo, hacer un libro que pudiera servir a otras mujeres que se encuentren o hayan pasado por la misma situación de maltrato físico o psicológico, por violencia de género y/o sexual”. Por coincidencias profesionales, a través de su hermana, conoce a Grela Bravo, cuando acude a granada a presentar su libro “No es mi nombre”.
“Grela, además de ser psicóloga y conocer estas casuísticas, está muy sensibilizada con esta problemática y una vez le explicamos el proyecto y nuestra intención, ella acepta y nos dice que estaría encantada de escribirlo para colaborar en la medida de lo posible a prevenir y combatir los efectos de esta violencia”, explica Pilar. Para ello Grela se traslada a Granada y comienza a entrevistarse con las mujeres que han mostrado su deseo de colaborar en esta iniciativa pues entienden que sus testimonios pueden ayudar a otras mujeres a dar el paso que ellas dieron un día.
En el epílogo el editor, Javier León, destaca que “el resultado final de ‘Voces prestadas’ es un canto al optimismo, a la clara visión de que al final de todo túnel siempre existe una luz”.
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