El mes de abril se ha despedido pero todavía nos deja unos días para disfrutar de su luminosidad inspiradora pues hasta el 4 de mayo se puede contemplar en el Espacio de Arte Menfis (Plaza Pescadería, 6) la exposición de la ceramista Mercedes Lirola que lleva por título ‘Cada mañana es abril’.
En su inauguración fue presentada por el profesor y artista Paco Lagares con el que ha compartido alguna colectiva, quien destacó que la palabra que mejor refleja el carácter y capacidad creadora de Mercedes es libertad. «Empieza desde que era niña con las ilusiones de jugar con el arte. Luego vendría un parón existencial y después un cambio de vida que le permite desarrollar todo lo que tenía en su interior por medio del barro, un material dúctil y primitivo que facilita el contacto con la tierra», señaló antes de recomendar a los presentes que volviesen a visitar la muestra en otro momento en el que pudieran disfrutar por completo del ambiente y montaje que ha hecho en esta sala y así poder percibir esa libertad y creatividad a la hora de crear. También la gran inquietud de no conformarse con los hallazgos que va consiguiendo. Asimismo recomendó que se fijaran en los títulos de las obras y las piezas a las que se refiere porque «reflejan el interior del alma de Mercedes».
Por su parte, Mercedes explicó que pasa «muchísimas horas» en el taller lo que hace que se distancie de todo para poder encontrarse consigo misma. Taller desde cuya ventana le gusta contemplar el limonero mientras trabaja y comprobar que el mundo es increíblemente hermoso. «Esa riqueza que la vida nos proporciona es la que yo muestro con el barro, un material capaz de convertirse en algo con un alma bella. Con el barro dialogo sobre la vida que pasa volando, casi sin darme tiempo a vivir lo suficiente para saciarme, poder realizar todo lo que quiero, disfrutar lo suficiente de los míos y vivir el momento».
Igualmente señaló que ‘Cada mañana es abril’ habla de todo esto, del carpe diem, como si cada día de nuestras vidas fueran una mañana de abril, «porque abril es un mes con luz, la vida en nuestro entorno natural se renueva, nos invita a salir y que el sol nos acaricie sin quemar». La exposición está formada por varias instalaciones de piezas de porcelana que cuelgan del techo, cubren paredes construyendo un espacio simbólico de tensión poética que conecta la experiencia visual con la sensitiva y emocional. «Se perpetran tantos actos de destrucción en el mundo que creo que es muy necesario que haya muchos artistas que contrarresten estos actos de destrucción con los de creación. Tal vez sea esa la razón por la que existo», concluyó.
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