Ni en el más remotos de los sueños imaginó, Melchor López Casas que un día llegaría exponer en el Centro Artístico de Granada. Sin embargo, su tesón y paciencia unidas a sus habilidades artesanales con la madera han hecho que su colección de obras elaboradas con este material (maquetas de los principales monumentos granadinos y cuadros en relieve que tienen en común el origen del material con el que están fabricados) ha llegado a ser suficiente y con calidad para ser exhibidos en tan emblemático sitio. En la tarde del martes, 8 de octubre, la presidenta del Centro Artístico, Celia Correa, inauguraba ‘Patrimonio en madera de nogal’ que podrá ser visitada hasta el próximo 19 de octubre. Muesta compuesta de 35 piezas entre las que se pueden contemplar la fachada de la Chancillería, el Corral del Carbón, la Puerta de las Granada, la fachada de San Jerónimo, Santo Domingo, junto con la torre de la Catedral, portadas góticas románicas y renacentistas, así como distintos tipos de capiteles. También ha incluido algunas plumillas.
Fue el periodista y diseñador granadino, Juan Fermín Vílchez de Arribas (Pedro Martínez, Granada, 1949), quien nos informaba de que «un maestro de Huéscar tiene los monumentos de Granada tallados por él en madera». Para que nos hiciéramos una idea más aproximada del tamaño y calidad de los trabajos el escrito se acompañaba de varias fotografías en las que se podían ver las preciosas obras de Melchor López Casas, -que así se llama este maestro jubilado-, que reproducen la fachada de la Chancillería, el Corral del Carbón, la Puerta de las Granada, la fachada de San Jerónimo, Santo Domingo y una ventana árabe. Cuando encontramos un hueco nos pusimos en contacto con Melchor, de 73 años, quien nos contó que las obras las hace en su casa de La Zubia y que la mayor parte de los monumentos granadinos los tiene en su piso de Granada. Así pues, primero nos acercamos para ver el taller de donde han salido estas bonitas piezas que ha elaborado en los dos últimas décadas. Y aprovechando una visita de Juan Fermín que habitualmente reside en Madrid, nos acercamos al domicilio de Melchor en la calle San José Baja.
En el primer encuentro nos dijo que fue ejerciendo de maestro en Huéscar cuando conoció a su mujer, también maestra, natural de Galera. Y que posteriormente se trasladaría a La Zubia, donde ha desarrollado su labor hasta su jubilación en el Colegio Público Isabel la Católica. También la curiosa procedencia de la madera con la que ha amueblado y adornado prácticamente entera su casa y el piso granadino. «Toda la madera procede de un nogal de unos 150 años que tenían mis suegros en la finca San Francisco, al pie de los enterramientos ibéricos o necrópolis tutugitana, en Galera, por lo que su savia se alimentó de los restos de los primeros pobladores de esta zona. Con los trozos grandes me lié a hacer muebles, (jamugas, mesas, espejo, perchero, bargueño,…
Cuando solo me quedaban trozos pequeños dejé la ebanistería y empecé con las tallas y para los últimos trabajos he utilizado el torno y la fresadora», explica en tanto va señalando el mobiliario y reproducciones que vemos por las distintas dependencias, incluidos los dormitorios donde nos muestra los cabeceros de la cama, las mesitas y galán de noche y las trabajadas bases de las lámparas. A continuación se detiene en su obra de la Real Chancillería, con su templete y el reloj, «con las medidas exactas, más de cien balaustres, los pináculos y los cristales en la ventanas» al que, según indica, dedicó «un año y pico, trabajando las tardes tres o cuatro horas a base de mucho paciencia». También nos explica el proceso seguido para conseguir la reproducción del Corral del Carbón o el bargueño. Además de estos monumentos nos muestra las réplicas de dos iglesias románicas del Valle del Pas donde suele viajar en vacaciones.
En el encuentro en su domicilio granadino, ya con la compañía de Fermín y de la esposa de Melchor, el maestro de la madera nos explica con todo lujo de detalles cómo llevó a cabo la reproducción de la fachada de San Jerónimo para lo que subió a la terraza del hotel situado enfrente para así poder observar todos los detalles y realizar el cimborrio, la cúpula con planta octogonal, la cartela, las dos alegorías que representan la fuerza y destreza, los medallones del Gran Capitán y de la duquesa de Sessa,… «La portada de esta iglesia como daba a la Vega no tiene muchas florituras, pero esta fachada que da a la calle Gran Capitán es la que tiene mayor importancia», justifica antes de añadir que «todo esto lo hice con un transportador para que me salieran los ángulos perfectamente. Han sido muchas horas de trabajo diario».
También aquí nos da algunos detalles más de la procedencia de la madera que talaron «al llegar el mes de enero, se hicieron tablones que se metieron en una balsa durante dos meses tal y como decía la gente del pueblo hasta que se curó la madera y después secarla. Estamos hablando del año 77 o 78». Al parecer un valenciano estaba interesado en la madera de este nogal centenario llegando a ofrecer 50.000 pesetas pese a lo cual decidieron no venderla. A finales de los 80, Melchor empieza a hacer las primeras tallas, concretamente la portada de la iglesia de Santa Fe, a las que seguirían otras muchas siendo para él la más importante la de la iglesia de San Jerónimo y la Puerta de las Granadas que hizo antes de su restauración «por lo que les podría haber servido de modelo a los restauradores». Antes de finalizar nos muestra una mesa de despacho y un sillón que son reproducción fiel de una que había en el Centro Artístico de Granada, precisamente el espacio donde ahora muestra a los granadinos y visitantes sus elaboradas piezas.