Si miráis detenidamente la foto, veréis como me río de la imbecilidad de algunas personas. Tanto hablar de los medios sociales y a la primera de cambio, nuevamente estamos en los años 40. Pues bien, primero fueron los del PSOE, el partido de no sé cuántos años de honradez, más tarde los partidarios del PP y ahora son los de Podemos y Ciudadanos, que por lo visto, no les gusta que les hablen de sus errores y meteduras de pata
El Facebook sirve para poner fotos de flores, paisajes, animalitos cariñosos y algún comentario que otro sobre el tiempo que hace, en el momento que alguien discrepa o dice lo que piensa, denuncia al canto y a bloquear que es infinitivo.
Pues bien, si quieren seguir por ese camino, métanse el Facebook por donde les quepa, que yo seguiré opinando lo que me dé la real gana, faltaría más y dedíquense a otras cosas más importantes, que el país lo necesita.
Aún, después de esta terrible pandemia y esa larga fila de muertes, siguen diciendo que no es momento de criticar u opinar sobre la gestión llevada a cabo por este Gobierno, claro, como los muertos no son suyos.
No y mil veces no, ya estoy cansado de decir que no tengo filiación política alguna, pero que eso no me incapacita para pensar y opinar sobre todo lo que se mueve a mi alrededor.
Mis lágrimas son el reflejo del sentimiento de una nación que se siente abandonada a su suerte por parte de aquellos que cobran, en teoría, por cuidar de nosotros.
Dejadme al menos escribir, que afortunadamente espero que esto pase pronto y todos volvamos a lo nuestro, pero aquellos que se han ido ya no volverán y entonces, queráis o no, esto será para ponerlo en la memoria histórica de España.
Decía Paulo Coelho… «Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan».
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