Nacer en mitad de una guerra y morir en mitad de una pandemia, se va la generación del dolor, la de aquellos que levantaron un país. Ya lo sé que soy un pesado con la muerte de los ancianos, pero tal vez sea por mi edad o tal vez por la sensibilización que tengo a flor de piel.
Todo mi reconocimiento y mis respetos a una generación de luchadores, que han estado dándolo todo hasta el último momento, unos defendiendo sus derechos y otros simplemente cuidando de sus nietos, que no es poco. Que la tierra os sea leve, siempre en nuestros corazones.
Ya lo dijo hace tiempo el reconocido lingüista estadounidense, Noam Chomsky, al afirmar que, la distracción como estrategia de manipulación es el elemento base del control social, ya que mediante la distracción se desvía la atención del público sobre los problemas importantes.
De esta forma se impide que la gente se concentre en las verdaderas problemáticas de la sociedad, al bombardearles con información excesiva. Es por ello que se publicitan en exceso los eventos deportivos, la farándula, las curiosidades entre otros temas de menor importancia.
Llevamos una semana que cada día la noticia es muerte de ancianos en Residencias. La Fiscalía ha abierto una investigación para tratar de aclarar las circunstancias de la muerte de una veintena de ancianos en dos residencias catalanas cercanas al área de Igualada (Barcelona), la zona más afectada por el coronavirus en esta comunidad autónoma.
Tras la confirmación de los 17 fallecimientos en un centro de Madrid, se han conocido 12 casos en Tomelloso, seis en Vitoria, otros tantos en otro geriático madrileño y en Barcelona, siete en Albacete y cuatro en Valencia, otros cuatro aquí mismo en La Zubia y así sucesivamente un goteo de memoria viva que se nos escapa a chorros.
Y nuestros políticos, ¿Cómo iban ellos a suponer que las residencias iban a ser especialmente vulnerables de un virus cuya mortalidad es mayor en ancianos? Gracias que se han dado cuenta ellos porque no venían avisados de otros países y casos que demostraban que las personas mayores son más vulnerables. Creo que se nos ha ido de las manos esto de dejar a los políticos campar a sus anchas en todos los servicios, en los momentos importantes necesitamos a gente competente da igual el color de su camiseta.
El Titanic es el símil perfecto para definir la situación en España. Inicio del virus en China y la primera clase mirando entre curiosos e indolentes pensando que a ellos no les va a pasar nunca. Ahora estamos en la fase en la que los músicos tocan para distraer de la muerte. Vamos a ver si la sanidad pública que lleva con recortes 10 años está preparada, me temo que no.
Me cabrea que, se tome como algo normal la muerte de ancianos en las Residencias. Qué equivocados estamos, pues nuestros ancianos son la memoria viva de todos, sí la memoria nuestra y de nuestro país.
Memoria y deseo. De nada sirve el deseo, la juventud, sin la memoria que atesoran los ancianos, esos que tanto quiero y añoro.