La ansiedad, como mecanismo adaptativo natural, nos permite estar alerta ante cualquier situación imprevista o de peligro, preparando a todo el cuerpo para que la afronte. Sin embargo, en otras ocasiones, el sistema de respuesta a la ansiedad funciona incorrectamente: la ansiedad es desproporcionada a la situación o se presenta en ausencia de cualquier peligro. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión. Ahí es cuando aparece el miedo irracional y fóbico o “el miedo al miedo”. Cuando la ansiedad es muy intensa, duradera e interfiere con las actividades normales de la persona, se la considera un trastorno.
La ansiedad ya supera en España a la depresión como trastorno más nombrado. El 57% de la población de nuestro país confiesa haberla padecido a lo largo de su vida.
Para prevenirla y combatirla, podemos realizar la técnica STOP, es muy sencilla y se realiza en menos de dos minutos. Ha demostrado ser muy beneficiosa para combatir la ansiedad cuando se realiza de forma constante, una o dos veces al día. Esta técnica, además, nos ayuda a que seamos capaces de conectar con nosotros mismos, tal como un escaneo corporal, desarrollando nuestra capacidad de autoobservación.
¿Cómo se realiza? Detente; deja de hacer lo que estabas haciendo. Haz varias inhalaciones profundas, alarga las exhalaciones. Observa tus pensamientos, emociones y sensaciones: ¿qué estás pensado?, ¿qué sientes? ¿qué sensaciones físicas percibes en tu cuerpo, ¿en qué zona del cuerpo? Continúa con lo que estabas haciendo.
Estos son los pasos del acrónimo STOP, así es más fácil recordarlo:
(S) Stop: detente
(T) Toma aire
(O) Observa
(P) Prosigue
Por su sencillez nos puede ayudar tanto para prevenir como para afrontar momentos de mayor ansiedad.
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Psicóloga especializada en Mindfulness y
Terapia de Aceptación y Compromiso