Tras destacar el interés que estos objetos despiertan tanto en el cine como en la literatura, ha señalado cómo el concepto de estructuras masivas de los cuales no pudiera partir la luz ya fue propuesto en el siglo XVIII por Laplace, quien ya calculó que una estrella con una masa 250 veces la solar y una densidad similar a la de la Tierra no emitiría radiación.
La teoría de la relatividad general de Einstein condujo a un nuevo concepto de agujero negro, el de una estructura que resultaría de la curvatura del espacio causada por la presencia de una gran masa, aspecto este último comprobado experimentalmente por Eddington en 1919. Desde esta perspectiva, el doctor Janssen destacó que no es necesario una cantidad enorme de masa para dar lugar a un agujero negro, sino una densidad apropiada. Para cada masa existe un radio característico, el llamado radio de Schwartzchild, para el cual se convertiría en un agujero negro. Destacó que en el caso del Sol, si este se redujese a una esfera de unos 3 km se convertiría en un agujero negro.
Seguidamente se valió de los diagramas espacio-tiempo para demostrar cómo en presencia de grandes masas, el espacio se curva de tal manera que nada puede abandonar un agujero negro. El límite de esta curvatura sería una singularidad, un punto donde terminan el espacio y el tiempo y todo estaría vacío. Ante esto, describió un nuevo concepto de masa relacionado, no con la cantidad de materia, sino con la curvatura del espacio.
Otro aspecto importante tratado en la conferencia fue el efecto causado sobre alguien que se acercara a un agujero negro. La información que recibiéramos de este individuo, como consecuencia de la curvatura del espacio, tardaría tanto más en llegar a nosotros cuanto más se acercase al horizonte del agujero negro, hasta que dejáramos de recibirla cuando lo sobrepasase. Del mismo modo, al caer en el agujero negro, la diferencia de gravedad que experimentaría sobre las distintas partes de su cuerpo haría que sufriese un estiramiento tanto mayor cuanto más se aproximase a su centro.
Continuó la charla explicando cómo se pueden detectar los agujeros negros gracias a los efectos que causan sobre los objetos que se encuentran en sus inmediaciones y concluyó destacando todo lo que aún no se conoce acerca de estas enigmáticas estructuras del Universo, las cuales probablemente necesitarán de una nueva física para llegar a su completo entendimiento.
Esta conferencia ha sido cortesía del CPAN (Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear) dentro del ciclo que ofrece gratuitamente para los Institutos de Enseñanza Secundaria (http://www.i-cpan.es/bachillerato/). Más información en la web del departamento de Biología y Geología del IES Zaidín-Vergeles.
(*) Antonio Quesada. Departamento de Biología y Geología IES Zaidín-Vergeles