Forofismo, insensatez, egoísmo, falta de cordura, pena, estupidez, soberbia, falta de empatía, capricho, hipocresía, impulsividad o salvajismo son algunas de las voces que salen de mi boca.
Podría y debería ser más duro, si bien invito una vez más a la reflexión, al uso de lo que debiera distinguirnos de los animales (a tenor de nuestros comportamientos, estamos cada vez más próximos).
En este sentido, es la falta de empleo de la razón lo que nos hace ser auténticos “macacos”, darle la razón a quien una vez pronunció una frase célebre: “El hombre es un lobo para el hombre”.
Animaladas, una y otra vez repetidas, grabadas en mi retina.
Queridos lectores, ¿dónde están quienes aplaudían o aplaudimos a los sanitarios?
¿Dónde quedaron esos sentimientos?
Aquellos tributos bien merecidos, ¿fueron espontáneos o en muchos casos actos repetitivos (a la manera de algún ave capaz de reproducir nuestros discursos o actos)?
Dejen las bufandas o camisetas del Barca, Cádiz, Granada C.F. o Real Madrid en sus casas.
Independientemente de estar contentos o no por los ascensos, descensos, títulos ligueros o continentales, es más importante celebrar algún día el final del COVID 19, aunque tengamos que reservar nuestras emociones (ya vendrán tiempos mejores y podremos exteriorizar eso que por prudencia guardamos).
Nada de subirnos a la Fuente de las Batallas, abarrotar Cibeles o pasear con nuestros colores por las Ramblas. Señoras y señores, pido sentido común y no tomarnos a chiste la pandemia que estamos sufriendo (ya tendrán tiempo los maestros del humor de hacer chistes o crear chirigotas sobre situaciones cómicas, cuando todo haya pasado)*.
¡Qué mis deseos no caigan en saco roto!
(*) En esto, los gaditanos lo son.
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Profesor de ESO