La estulticia y la infamia se propagan a más velocidad que la sensatez y ahí, sálvese quien pueda decir que “la opinión vale más que la verdad”.
Este no es un verano cualquiera. Cuánto añoramos aquellos otros revestidos de la pátina de la normalidad, en los que nos conformábamos con visitar a la familia, disfrutar de la desconexión del relax de la brisa marina los domingos, de las largas sobremesas sin parangón alguno, así como de la nocturnidad sin alevosía y, por supuesto, del privilegio de hacer alguna escapadita rural por breve que fuera. Eso sí: cuanto más lejos, mejor.
Pero este año no tendremos fotografías con las que presumir de un verano irrepetible y, desde luego, inolvidable para todos nosotros. Porque quien más quien menos sufre de la presencia amenazante de este enemigo que aunque invisible parece acecharnos en todas partes.
Entretanto, la estulticia y la infamia se propagan a más velocidad que la sensatez y ahí, sálvese quien pueda decir que “la opinión vale más que la verdad”. Creo que aún no he desarrollado ni siquiera una mínima inmunidad contra la falsedad de quien no predica con el ejemplo, observando la vida que siendo nuestra la contemplamos como ajena, como si esperásemos días mejores que nos han prometido y ésta solo fuera una existencia en conserva, aprovisionándonos de proyectos e ilusiones para cuando, por fin, no haya puertas en el campo. Ahora más que nunca sentimos como sentencioso el famoso aforismo que tanto nos perturba: todo fluye y nada permanece, poseídos por la sensación de que nada es igual y todo parece ser lo mismo. Mientras, seguiremos preocupados porque nuestro naranjo no echa flores y sí hojas cada vez más grandes.
Después de “hacer el agosto”, nos aguardan la desconfianza, la inquina, la desconsideración y otras fuerzas del mal (la desmemoria podría ser una de ellas), las cuales no disponen de capacidad retrospectiva. Es entonces cuando debemos asumir nuestra santísima responsabilidad en este verano que no es uno cualquiera.
Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato