El uso de la vieja técnica de la “dispersión verbal” no sólo produce empacho en los interlocutores, sino que lleva, como mínimo, a la desesperanza; así terminaba mi anterior reflexión, texto que debería haber completado –ahora lo lamento–, con una sentencia, a tenor de los últimos acontecimientos vividos: atribuir a otros acciones que no son, ni han sido, propias no sólo conlleva el propósito de la difamación, sino que también descubre en el “lanzador” la falta más absoluta de cualquier génesis humana.
Literariamente, pero no sin intenciones políticas, está sucediendo algo análogo en Internet; lo escribía, como ejemplo, Pablo Cantó: “Miguel de Cervantes falleció hace más de 400 años y, sin embargo, cada poco tiempo aparecen en redes sociales nuevos textos atribuidos al escritor. No es que pertenezcan a obras póstumas recién descubiertas, sino que se trata de citas falsas que el autor nunca escribió”. Es el caso de la recientemente vertida en las redes sociales: (don Quijote a Sancho) “en este país se destrona a reyes y se corona a piratas”.
Con rotundidad, el Papa Francisco, en la Audiencia General del pasado 12 de agosto, mantenía, pienso que al respecto, algo más que una percepción: “el coronavirus no es la única enfermedad que hay que combatir, sino que la pandemia ha sacado a la luz patologías sociales más amplias”, como “la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y su carácter relacional.” Una mirada de los otros como objetos, pasa usar y descartar, que “fomenta una cultura del descarte individualista y agresiva, que transforma el ser humano en un bien de consumo”.
No estoy seguro si toda la culpa la tiene esta pandemia o el confinamiento sufrido. Pensad que más bien me inclino a detectar otro virus dormido en nuestros corazones desde hace siglos –y que, de vez en cuando, sale de su letargo aprovechando cualquier situación terrenal, entendida como propicia–: me refiero al germen de la envidia, ese bacilo que es capaz de destruir hasta la fe en lo más sagrado, bien sea humano o divino.
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de
Ramón Burgos
Periodista