Abrimos un viaje apasionante a través de las asignaturas, talleres y seminarios que componen el rico y variado Programa Universitario de Mayores del Aula Permanente de Formación Abierta del UGR, elaborado por el equipo directivo capitaneado por la directora, María del Carmen García Garnica, heredera del legado dejado hace 27 años por su primer director, Miguel Guírao y la actual rectora de la UGR, Pilar Aranda. A continuación, Rafael Reche Silva, alumno del APFA y miembro de la Asociación de estudiantes mayores ALUMA, entrevista a Elizaberta López Pérez, profesora del Taller de Arte y Creatividad del Aula de Mayores.
Una ventana al ARTE se abre para los universitarios mayores del Aula Permanente del APFA de la Universidad de Granada. Ellos son los verdaderos protagonistas, hoy, jubilados de sus trabajos, alejados temporalmente de sus tareas: en el hogar, cuidado de los mayores y nietos, de pasear al perro o de la partida en el bar, buscan en la pintura la magia de iniciar la reconquista de sí mismo, en la creación de sus propias obras pictóricas. El arte no tiene edad. Al gran maestro Picasso le llevo toda la vida dibujar como un niño.
Si tuviera que definir con una sola palabra a la profesora Elizaberta escogería “Vitalidad”. En su expresión corporal transciende su energía que contagia su positividad, aliada con una mirada ávida, sonrisa despierta y su pelo negro rizado en constante rebeldía, define una personalidad inagotable de entusiasmo, inconformista que respira arte y creatividad. Los alumnos tenemos la gran suerte de contar con una excelente docente en la persona de Elizaberta López y su equipo de profesoras.
De su nivel de preparación nos habla su amplio currículo que extractamos: Arteterapeuta por la Universidad de Murcia, Doctora por la Universidad de Granada, en el ámbito de las Bellas Artes. La experiencia investigadora y profesional la desarrolla tanto hacia la arteterapia, con una larga trayectoria, como en el ámbito clínico, docente y social, siendo profesora del Departamento de Escultura, así como coordinadora y docente del Área Plástica del Aula Permanente de Formación Abierta. Actualmente ejerce de Vicedecana de Ordenación Académica y Planificación Docente de Grado en Bellas Artes, y de estudiantes con necesidades especiales.
– Rafael Reche: ¿Qué ha significado el Aula de Mayores. APFA, en su trayectoria docente?
– Elizaberta López: Como docente del APFA desde el año 2000 y coordinadora unos años después, he de decir que mi experiencia ha sido desde el primer momento tan enriquecedora y vital que ha conformado mi manera actual de desarrollar la docencia.
Recibo y despido, año tras año, a las generaciones de estudiantes del Grado en Bellas Artes que acuden a nuestro centro. Sigo, como no puede ser de otra manera, con una forma que aprendí siendo docente del APFA: ser profesora con todo lo que soy: mis conocimientos sobre arte, mis vivencias como artista multidisciplinar (artes plásticas, escénicas, música, etc.), pero sobre todo mi conciencia de saberme un ser humano delante de otro/s ser/es humano/s.
R.R. Dentro del Programa Universitario de Mayores del Aula, el Arte y la Creatividad es una materia referente en cada curso. ¿Porqué del nombre de Arte y Creatividad?, ¿Qué atractivo impulsa a los universitarios mayores a elegirla?
E.L. El nombre de la asignatura no lo puse yo. A nadie le es ajeno que la creatividad remite no solo a la dedicación específica de desarrollar proyectos artísticos, sino que es algo que pertenece a la vida, que implica a todas las personas y hace posible la existencia. En estos momentos de pandemia y de caos, del que el coronavirus parece solo un síntoma más, parece ser urgente aferrarnos a esta capacidad creadora para sobrevivir, para compensar las ausencias de esta realidad desoladora que estamos viviendo. Es algo que no escapa a quienes acuden al Aula APFA.
R.R. Algunos estudiantes mayores sienten el miedo a coger por primera vez un pincel, al sentido del ridículo de no ser capaz. ¿Qué les aconsejaría a los que sienten interés por el arte y no se atreven?
E.L. Les diría, que vengan al Taller de Arte y Creatividad, que sonrían y que se unan felizmente, sin ninguna preocupación, al caudal irrefrenable de belleza, reflexión, pensamiento, diálogo, generosidad, complicidad que significa nuestra asignatura. Es más, le diría que no lo piensen como asignatura, sino como experiencia vital, porque el arte es experiencia y no hay nada previo a este hacer. Que no teman al ridículo, pues no hay ridículo ni error en el arte, solo evolución y proceso, solo investigación, evolución. No necesitamos más que un pincel, (a veces, ni eso), un poco de pintura y un lugar donde dejar la primera huella. Lo demás viene por añadidura.
R.R. ¿Qué cualidades destacarías de los estudiantes mayores ante el reto de crear una obra?
E.L. Habría que distinguir entre quien viene por primera vez al taller y quien lleva algún tiempo. Los estudiantes mayores son gente con experiencia de vida, acostumbrada a afrontar muchos retos. Sin embargo, cuando abordan por primera vez una obra en el taller, sobre todo cuando el contacto con los procesos artísticos en su vida ha sido muy escaso, vuelven a los diez u once años, con una especie de temor al fracaso que quizás se ha quedado anclado en su recuerdo infantil. El Taller de Arte y creatividad y las dinámicas de trabajo que se proponen acaban de una vez por todas, y en muy poco tiempo, con este vértigo y cada estudiante se descubre a sí mismo/a con una energía creadora desbordante que les entusiasma y les alimenta para futuros abordajes. Así, cada nueva propuesta es asumida como una verdadera aventura apasionante, que en ocasiones les quita el sueño, pero les da razones para seguir viniendo y compartiendo, año tras año, lo que ya forma parte de su vida.
R.R. ¿Qué beneficios destacaría que aporta el Arte y la Creatividad en los Mayores? ¿Sus trabajos artísticos tienen alguna proyección en la sociedad?
E.L. El Taller de Arte y Creatividad se convierte en un motor de vitalidad, de energía y empoderamiento que se deja ver en las iniciativas que tienen y han tenido proyección a nivel local, nacional e internacional, en las que ellos y ellas mismas son protagonistas. Es decir, lejos de lo que pueda parecer, son los/as estudiantes quiénes, a partir de las propuestas docentes, hacen posible una expansión a veces impensable en los primeros momentos del curso. Cada uno/a de ellos/as siente el proyecto como suyo y lo hace crecer. Por eso, encuentran en el Taller un lugar desde donde seguir siendo sujetos activos de la sociedad, desafiando el estereotipo tradicional de “persona mayor” para presentarnos otro modo de envejecer desde la sabiduría, la salud, la energía y la capacidad emprendedora.
R.R. En el tiempo que lleva de docente con los estudiantes mayores, en su contacto directo con ellos, tendrá anécdotas dignas de mención. ¿Nos podría contar alguna que le llamó la atención?
E.L. Contaré un hecho divertido: hace años, una estudiante maravillosa, María Luisa, me llama porque no conseguía el color que necesitaba; sus pinturas acrílicas, apenas mezcladas, aparecían como una masa abundante e irisada sobre la paleta. Le digo que insistiera un poco con el pincel hasta que la mezcla tuviera un color más homogéneo y me marcho a visitar otros caballetes. De lejos la veía de espaldas, afanada sobre su trabajo, pero sin distinguir bien qué era lo que hacía. Cuando vuelvo me encuentro que María Luisa había batido tanto la pintura que había conseguido montarla a punto de nieve, como si fuera merengue. No se me olvida su risa y la de todo el grupo, pero, sobre todo, no se me olvida ella, ni Pepa, ni Paco, ni Paula, ni nadie.
R.R. Muchas gracias por su atención, muy agradecido por su disposición a responder a las preguntas y permitir conocer el sentir de los Profesores del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada. Para finalizar, responda a la pregunta que le hubiera gustado que le hiciera, pero que se ha quedado en el tintero.
E.L. Pues que cuál creo que es lo fundamental para un/a docente, bajo mi perspectiva, tiene que amar a sus estudiantes y solo desde ese amor será capaz de guiarles hacia sus propios saberes y descubrimientos y pondrá en ello todo su empeño y su vida.
Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA