Estamos ante un auténtico escritor de éxito. Javier Ramón González Martínez firma sus libros con el seudónimo de Espíritu González. Su nombre ha circulado prácticamente por toda España con presentaciones y charlas; y sus libros han constituido todo un éxito de ventas.
De patrulla con Filípides. El libro de Espíritu González (2012) llegó a la decimosegunda edición. Con prólogo de Manuel Marlasca, Del sueño a la meta (2014), alcanzó la décimocuarta edición. Tres su Entre superhéroes: la historia de Edu Balboa. (2015). Siete Crecer para ser (2017). Luego vino A 365 tuits de cumplir tu sueño (2018). En el mes de febrero salió a la luz su última obra, Tu camino. A vida o vida en Círculo Rojo.
En el mes de abril, durante el confinamiento, De patrulla con Filípides, Del sueño a la meta y Crecer para ser ocuparon los tres primeros puestos en el ranking de libros más vendidos en las categorías de deporte y motivación.
–¿Cómo lleva uno el éxito y las expectativas que despiertas en los muchos lectores que ya te conocen?
–La palabra éxito es tan grande que no me siento identificado en ella. A mí me gusta hablar, más que de éxito, de recompensa por el trabajo realizado. Indudablemente, soy consciente de que no todos los escritores ven reconocidas sus obras a pesar del esfuerzo y calidad de estas. Por eso, siempre abogo por la constancia y la paciencia, por no perder la fe y la insistencia para que su premio, aunque tarde un tiempo, termine llegando. Yo me siento inmensamente feliz porque estoy sacrificándome, sí, pero lo hago por algo que me gusta a la vez que ayuda a los lectores. Tal vez mi mayor “éxito” sea que muchos de ellos no se conformen con leer una sola de mis obras y me pidan una siguiente. Mi mayor satisfacción es saber que miles de aspirantes se han apoyado en estos relatos para recorrer el largo y duro camino de las oposiciones.
–Todos tus libros son optimistas, alentadores y estimulantes. En este último, encontramos al Javier marido, padre, policía local, deportista y escritor; al Espíritu González consejero, al policía que escribe y corre maratones. Tu camino. A vida o vida es la continuación del anterior, Crecer para ser. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian ambos libros?
–Yo diría que Tu camino. A vida o vida es más la continuación de Del sueño a la meta que de Crecer para ser, aunque fuera publicado después de este último. Tu camino se parece a sus hermanos porque son hijos del mismo padre, pero Tu camino. A vida o vida ha sido desde el principio un libro mucho más meditado que los anteriores. Pasan los años, voy caminando mientras observo con detenimiento el mundo que me rodea.
Ahora tengo más información, más datos personales y más apuntes de mis compañeros lectores y opositores. Escucho más al silencio porque este me cuenta muchas cosas. Es en mi paz espiritual donde se ha gestado este último libro. Tu camino es un trayecto de esfuerzo y sacrificio hacia el destino soñado. Nunca es fácil alcanzar este; por eso, les narro en él las claves para que este viaje no se le haga eterno, para que el cansancio no les nuble la vista y no les haga retirarse antes de alcanzarlo. Y todo es mucho más sencillo de lo que nos imaginamos cuando luchamos de verdad por un sueño, cuando nos movemos por la ilusión, cuando comprendemos que somos afortunados solo por poder luchar y aprendemos a disfrutar del camino.
–¿Podemos decir que este libro es un libro de autoayuda?
–Las redes sociales y el marketing me ha empujado a “venderlos” como libros de autoayuda. Si les sirven a las personas para confiar más en ellas mismas y a entender que la vida no es fácil para nadie, y que solo tenemos una opción cuando la cuesta se empina hacia arriba: escalar y no darnos la vuelta, pues bienvenida la definición de autoayuda. Pero creo, no, no lo no creo, estoy seguro de que ni este ni los anteriores son solo unos libros de motivación para opositores.
Cuando un lector que no tiene nada que ver con el mundo de las oposiciones me dice que se ha sentido identificado con Espíritu González en alguna de sus aventuras de vida, o cuando algún compañero de policía me cuenta que él fue un día el protagonista de uno de esos relatos donde arriesgaba su integridad física para salvaguardar la de los demás, o cuando un detractor de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que los hay, me comenta que ha cambiado el concepto que tenía de los policías después de leer, por poner un ejemplo, De patrulla con Filípides, porque ahora entiende que somos humanos y como tales tenemos sentimientos, pues se convierten en unos verdaderos libros de autoayuda para mí, pero de verdad, no me gusta esta clasificación de género en mis libros.
–¿De dónde viene el título ¿Tu camino: a vida o vida?
–Tu camino, tu camino, siempre tu camino. Es el mensaje que más le repito a mis seguidores cada día en las redes sociales. Los sueños solo tienen un protagonista, un destino y un camino. Tu camino es el camino que debes escoger, porque solo este te llevará a cumplir el sueño más maravilloso del mundo, tu sueño, el único que tú puedes cumplir. ¿A vida o vida? Porque nunca es a vida o muerte, porque pase lo que pase, el día señalado siempre volverá a haber una oportunidad si no sale como esperábamos. A menudo, son tan altas las expectativas que nos ponemos, que somos nosotros solos los que nos metemos una presión innecesaria.
–En tus libros hablas de que eres un policía que corre maratones. También tu carrera literaria ha sido un auténtico maratón. ¿Cuál de las dos es más sacrificada? ¿Cómo se prepara el escritor?
–Preparar un maratón requiere de un sacrificio, pero indudablemente lo más duro para mí es la faceta de escritor por la constancia que esta me exige. Por eso te decía que no me gusta hablar de éxito, sino de recompensa por tanto esfuerzo. Aunque ambas las hago por placer, el deporte me ayuda a eliminar los malos humos que tantas veces nos acompañan. La narrativa se ha convertido en un trabajo, que como tal me exige unas obligaciones. Ambas se conjugan perfectamente entre sí. Si escribo es porque corro. Si un día me convertí en escritor fue para contar lo que sentía mientras corría; así nació Espíritu González. Mientras practico deporte me encuentro conmigo mismo, y es en estas reuniones donde nace gran parte de mi inspiración.
–A un escritor siempre le queda la curiosidad de ver el rostro de sus lectores. Tú que has tenido oportunidad de compartir con ellos reuniones en congresos, presentaciones de libros y comunicaciones por las redes sociales, ¿cuál es el perfil de quienes te leen? Conociendo como conoces este rasgo, ¿te condiciona ello a la hora de escribir tus libros?
–Por lo general mis libros los leen opositores, jóvenes de entre 18 y 50 años que luchan por alcanzar la ansiada plaza. Cuando empecé, casi todos los lectores opositaban para ser miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Ahora cada vez son más los aspirantes a otras profesiones que se hacen con los libros para apoyarse en el camino. Y es que este es el mismo para todos. Como les contaba en el libro Crecer para ser: “Se empieza por creer que es posible, se sigue por querer hacerlo realidad, se avanza con esfuerzo y constancia y se remata con actitud y paciencia”.
«Los mejores sueños se cumplen después de sufrir los golpes más fuertes»
–¿Cómo ha afectado el coronavirus a la promoción del libro?
–Imagínate, el estado de alarma se decretó a la semana siguiente de publicar Tu camino. A vida o vida, y justo en el momento que comenzaba un ciclo de conferencias y presentaciones por varias ciudades de la península y las islas Canarias nos vimos obligados a cancelarlas. Por solidaridad con las empresas que se veían obligadas a cerrar, decidí posponer la promoción de todos mis libros y no hice ni un solo anuncio mientras duró el confinamiento. Aun así, puedo decir que fui afortunado, incluso en los días más críticos, ya que la venta online estuvo permitida durante el confinamiento.
Mis fieles seguidores continuaron haciéndose con los ejemplares de los libros en mi página web www.espiritugonzalez.com, y aunque no al ritmo que me había marcado antes de la pandemia, dada la que estaba cayendo, no tengo más que palabras de agradecimiento por la confianza que siempre me demuestran. Saldremos de esta y estoy convencido de que cuando esto ocurra, todos seremos un poquito más fuertes y sabios. Los mejores sueños se cumplen después de sufrir los golpes más fuertes.
–¿Qué enseñanzas vitales se pueden extraer de la práctica del deporte? ¿Y de la literatura?
–Escribí mi primer libro De patrulla con Filípides después de correr mi primera maratón. Fue tan grande el aprendizaje que me había dejado la preparación de la prueba que necesitaba contárselo al mundo. Sin duda, creo que valores tan importantes hoy en día a día en esta sociedad como son el compromiso, el sacrificio o el espíritu de superación y el compañerismo se pueden extraer de la práctica del deporte. En la educación y en los libros están todas las enseñanzas vitales.
–A lo largo del libro intercalas intervenciones reales que has vivido en acto de servicio; historias que de verdad impresionan y que demuestran el extraordinario servicio que la Policía hace a la sociedad. Como Subinspector de Policía que llevas en el Cuerpo veintiún años (quince de ellos de subinspector) ¿qué cambios has percibido en la sociedad durante este tiempo?
–Como miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad he observado lo variable que es la apreciación de un núcleo importante de la población hacia la policía, y eso en parte me preocupa porque me afecta a mí en mi profesión y porque pienso que es fiel reflejo de la sociedad en diferentes ámbitos. Por ejemplo, cuando comenzó la pandemia en el mes de marzo, los policías parecíamos héroes, la gente salía a las ocho de la tarde para aplaudirnos mientras poníamos las sirenas en los vehículos patrullas. La gente nos aclamaba y nos agradecían estar en la primera o segunda línea resguardando a los sanitarios. No nos engañemos, éramos plenamente conscientes de que cuando finalizara el estado de alarma, muchos de los que nos daban las gracias volverían a faltarnos el respeto. Y así pasó, en menos que canta un gallo pasamos de héroes a villanos para estos.
Con las redes sociales la información es mucho más rápida, y eso es bueno porque estamos informados prácticamente en directo de cualquier suceso o acontecimiento, pero a la vez hay quienes disfrutan introduciendo bulos. Todos podemos dar nuestra opinión. Los hay quienes las manifiestan con educación y con respeto y hay quienes utilizan cuentas falsas para divulgar sandeces. El problema es que siempre hay quienes se quieren creer estas. La sociedad no es tonta, pero hay quienes se explayan sin tapujos y sin importarles el daño que pueden provocar a quienes les leen al otro lado. Ni con una pandemia como la que estamos viviendo actualmente somos capaces de remar juntos.
Me desvío de la pregunta, pero necesitaba hacer esta introducción para contar que cada vez son más los que se dejan llevar por la manipulación para faltar el respeto de los policías. Vemos a diario cómo cada vez se producen más agresiones a los policías. Antes esto no pasaba, al menos con tanta asiduidad. La gente anda desquiciada y lo paga con nosotros. Creo que se nos está perdiendo el respeto y lo peor de todo, que nos sentimos desprotegidos. Agredir a un guardia no puede salir tan barato como está pasando en muchos casos actualmente. La justicia debería actuar con más rotundidad.
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Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato