– ¿Cuándo ‘nace’ el Pacurri poeta?
– Si es cierto eso de que “el poeta no nace, se hace”, pienso que influyó mucho en mí un profesor, buen poeta ferrolano, Manuel Masdías. Con su atuendo llamativo, tocado de no menos llamativo sombrero, de larga barba y pegado frecuentemente a su puro, me asombraba con sus recitales. Más tarde, otro profesor, José Mª Fernández, modeló mucho mis primeros pasos por la poética. Me gustaba leer poesía y, desde entonces, él me animaba mucho a hacer mis pinitos de poeta, jugando con la métrica.
– ¿Qué tal se le dan los concursos literarios?
– Gané algunos concursos literarios, sobre todo, en el colegio, aunque nunca me sentí demasiado tentado a entrar en ese mundo. Luego, en plenos estudios mayores, abandoné la práctica, aunque seguía esporádicamente escribiendo versos para “mi baúl” y para algunas fiestas de amigos o familiares. Tras mi jubilación, surgió en mí deseos de “probar” nuevamente. Así, tengo guardado pequeños poemarios de carácter sentimental, familiar, social.
– ¿Cuándo y cómo surge el poemario ‘El vino de mi lagar’?
– Comenzó a gestarse hace algo más de dos años, cuando el cura Antonio me pidió unos versos para la liturgia patronal de nuestra parroquia de Huétor Santillán. Y al final, me instó a publicarlos. Acepté bajo la condición que él, como hombre de Bellas Artes, ilustrara el libro. Lo ha hecho fenomenal. Y ahí está el primer volumen, con el prólogo magnífico que le “robé” al apretadísimo tiempo de mi amigo Andrés Palma, profesor de nuestra universidad.
– ¿Quiénes son los posibles destinatarios de estas composiciones?
– Fundamentalmente, van para aquellos que tienen hambre de ser justos, en el sentido más bíblico de la palabra… Puede servir de manera especial a los agentes de pastoral. Tengo un gran amigo que se define agnóstico, que dice “beber mucho en mi poemario”. En cualquier caso, deseo ver entre mis lectores a gente sencilla que sepan leer con el corazón.
– ¿Qué siente cada vez que compone un poema?
– Sinceramente, mucha paz, pues escribo para mí y desde mí. Trato de meterme en mis noches para encontrar la Luz que mendiga nuestro mundo.
– ¿Por qué usa la poesía para transmitir el Evangelio?
– Porque la poesía tiene alma capaz de escalar las cumbres más altas y vida para fondear en el corazón humano.
– ¿Está preparando otros nuevos poemarios?
– En breves días, terminaré el segundo volumen de “El vino de mi lagar”, destinado al tiempo ordinario del año litúrgico. Tengo muy avanzado otro trabajo poético de matriz social, pensando en las personas que se cruzan en mi camino.
– ¿Qué sentimientos experimenta en los momentos previos a la presentación?
– Por un lado, estoy sorprendido de la cantidad de seguidores de mi blog ‘Retales de mi bancal’ desde que subo mis poemas. Por otro lado, me ha ilusionado el hecho de que mi amigo y compositor Ginés haya tenido el detalle de musicalizar algunos poemas, como el que dedico a Judas, titulado “Se ahorcó”.
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Título: El vino de mi lagar. Poemario de Buena Nueva,Vol. I
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