Cierre de un curso atípico, tras la llegada de un visitante tan extraño como no bienvenido. El COVID vino para quedarse y convivir con nosotros, teniendo que tomar medidas de precaución, siempre con un objetivo claro: frenar esta maldita pandemia.
Marzo fue el inicio de la situación actual, con los primeros casos constatados y una primera ola a la que hubo que poner remedio. En este sentido, como docentes asistimos a un contexto tan complejo como preocupante, con aulas vacías, tras decretarse el confinamiento. Los enseñantes, sin excepción, nos pusimos el traje de faena, trabajando una docencia bien distinta. On line,y, con plataformas diversas, siempre buscamos el máximo beneficio para nuestros destinatarios.
Vino el verano, tras el reparto de las pertinentes calificaciones para nuestros pupilos, así como a maestros de todos los niveles (todos nosotros superamos con creces este reto). Nueva andadura en septiembre, con modalidad semipresencial a partir de 3º de la ESO (no así para los cursos inferiores). Sin entrar en polémicas acerca de si se podía o no haber hecho algo más en pro de reducir ratios y garantizar una educación de calidad y segura, me quedo con lo positivo. Esfuerzo titánico de quienes amamos esta bella profesión con un resultado de “MATRÍCULA DE HONOR”, gracias a la implicación de profesores y familias.
Aplaudo todas las medidas que han contribuido a facilitar nuestra labor, caso de contar con más personal (docentes COVID). Pero, debemos seguir trabajando, y, anotando los puntos débiles del actual sistema, buscando nuevas alternativas, así como siendo conscientes de algunas miserias del mismo (mostradas tras la irrupción del coronavirus).
Para concluir estas líneas, abogo por un menor número de alumnos por grupo, desdobles y sobre todo por la necesidad de nuevos espacios.
¡Ojalá mis deseos no caigan en saco roto!
Ver más artículos de:
Profesor de ESO-Bachillerato
Comentarios
2 respuestas a «Rafael Bailón: «Una nueva etapa»»
Amigo Rafael:
Sumándome a sus felicitaciones y deseos hacia el profesorado, permítame un comentario atrevido y seguramente fuera de contexto.
Dice el refrán que «No hay mal que por bien no venga», lo que llevado a la Educación lo aplica un servidor al hecho de que, por fin, la digitalización, como el virus de marras, ha venido para quedarse. ¡Por fin nos vamos a poder librar de los libros de texto, de las lecciones doctrinales, de los contenidos absurdos por repetitivos y caducos! También de las aulas, pupitres y esa panoplia de edificios y centros escolares tan inservibles como socialmente infrautilizados.
Los tutoriales vía Internet; los programas digitales interactivos; la utilidad de los productos multimedia están poniendo «su pica en el Flandes de la Pedagogía».
Pedagogía por cierto que, a partir de pasado mañana, ha de pasar invariablemente porque el profesor adecúe sus labor a los recursos didácticos del entorno, porque los niños aprendan caminando y porque la sociedad (empresas, talleres, oficinas, laboratorios, instituciones…) se implique generosamente en la formación de sus conciudadanos más jóvenes.
Gracias por ayudarme a pensar…, y perdón por la extensión.
Isidro.
Agradecido por el comentario que también me invita a pensar.
Cierto es que este virus ha desvelado las imperfecciones del actual sistema educativo.
De igual forma , comparto la idea de introducir cambios significativos en la manera de transmitir los contenidos (no podemos ser docentes pegados al libro).
Por último, coincido también en la necesaria implicación de todos para llevar a buen puerto la educación futura de nuestros jóvenes.