Echo de menos el abrazo del amigo, visitar las casas de unos y otros, dar una vuelta en bicicleta, sentarnos en el parque durante horas y hablar de nuestras cosas.
Sin duda alguna, pediría ser ilusionista como principal deseo. Este sería mi único propósito ante las duras circunstancias en las que nos hallamos inmersos.
Quisiera tener una varita mágica con la que poder hacer desaparecer todos los males que nos afectan. Ya no siento esa sonrisa de satisfacción que me acompañaba, cada día, al salir de casa.
Mirar la televisión nos hace temblar, verter noticias nada alentadoras sobre el trascurso de los acontecimientos.
Duro equipaje el que nos toca soportar a los frágiles humanos, insignificantes seres ante el poderoso enemigo que decidió dañarnos.
Pero, cuando peor pintan las cosas, toca levantarnos, cantar esa canción que interpretó el “Dúo Dinámico”, todos juntos. Como bien dice la letra: “Resistiré”.
Y lo haré pierda o no todas las partidas, erguido frente a todo, siguiendo la letra al dedillo: “Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré”.
En esta partida de cartas ha dominado nuestro adversario, si bien tenemos la última palabra. Seremos nosotros quienes cantaremos en pro de recuperar la tan ansiada normalidad.
Todos los países gritan, contabilizando víctimas a pasos agigantados.
Algunos aliados y vecinos han decretado duras medidas para bajar las cifras e incluso otros han optado por el total confinamiento (los españoles ya pasamos por ello, sin que descartemos nada en fechas próximas).
Ahora, más que nunca, necesitamos estar unidos, sin perder la esperanza o entrar en confrontaciones inútiles.
Porque como muy bien dice nuestro himno de superación: “Me volveré de hierro para endurecer la piel”.
No en vano, debemos ser “(…) junco que se dobla, pero siempre sigue en pie”.
¡Qué mis deseos no caigan en saco roto!
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Profesor de ESO-Bachillerato
Comentarios
2 respuestas a «Rafael Bailón: «Resistiré»»
Enhorabuena, Rafael!
Toda una sorpresa saber los logros que has alcanzado, especialmente siendo profesor de Lengua y Literatura en los tiempos que, desde hace ya demasiado tiempo, corren. Ejerciendo tu vocación en Íllora (sembrando sapiencia en tan pedregoso terreno), remando contra corriente y renaciendo de las cenizas de tu surrealista «reciente pasado».
Leyendo tus «pensamientos» veo que compartimos la idea de sentirnos juncos, no es fácil troncharnos, es más fácil arrancarnos, pero como la Hidra rebrotamos renaciendo de nuestras profundas raíces.
Son «malos tiempos para la lírica» de la Docencia. Durante mucho tiempo me animó a seguir remando contra corriente la convicción de pensar que yo era «uno de los mejores Maestros de España», mis alumn@s y sus familias así me lo hacían pensar. Eso me ha ayudado a seguir manteniendo la ilusión de ejercer mi labor docente, año tras año, a pesar de la incompetencia de quienes se empeñan en dejar su vana impronta en la Educación de nuestro abnegado y sumiso País.
Valga lo dicho para el devenir de la Pandemia, del desangelado futuro laboral de nuestros alumnos y alumnas y del porvenir de las futuras generaciones.
Soy uno de los últimos ejemplares de una especie en vías de extinción: maestro en un instituto público de enseñanza obligatoria. Treinta y tantos años de Vocación Docente que sigo manteniendo gracias a la insumisión legislativa que enarbolo desde hace ya… ¿no sé cuántas pseudoreformas educativas?
Cuando he leído la noticia de que habías sido elegido «Mejor Profesor de España» no he podido evitar acordarme de cuando coincidimos en tus inicios de Profesor y un buen día te dirigiste a mí y me hiciste partícipe de tus tribulaciones. Nunca supe las razones por las que me elegiste, y hoy, muchos años después, me gusta pensar que fue porque algo sublime, intangible, te hizo confiar en mí: el «micelio» de la Vocación Docente.
Espero que tu reconocimiento te permita tener voz para que se haga escuchar la opinión y el sentir de quienes aún seguimos creyendo en el auténtico valor de la Educación y seguimos luchando por reivindicar su poder para luchar contra el ostracismo al que nuestra ignorante «Clase Política» nos está conduciendo.
Ánimo y enhorabuena una vez más.
Muchas gracias por tus palabras, Roger.
Recuerdo perfectamente los momentos en los que compartimos opiniones acerca de esta gratificante profesión que tanto nos llena.
Cierto es que, en ocasiones, encontramos innumerables obstáculos en el camino, si bien debemos seguir en pro de hacer visibles nuestras inquietudes.
Un abrazo enorme y sigamos luchando por reivindicar el auténtico valor de la Educación.