Semana Santa de pandemia, tiempo de lectura. Siempre es tiempo de lectura, aunque ahora se pretende que sea tiempo de slogan, que tiene poco que leer y mucho que vociferar para quienes no desean pensar mucho o nada tienen que decir, o directamente dejarse llevar por la risa fácil. Centrémonos, les propongo en estas pocas palabras una catarata de ideas, de sucesos, de reflexiones, de impulsos y de necesidades recogidas en la novela del granadino del Zaidín (ahí queda eso, para todos aquellos que gustan de denigrar la esencia desconocida) José Luis Aguilera, quien nos obsequia con una preciosa obra llena de intriga y con el más puro carácter filosófico y a la vez cinematográfico. Nada me extrañaría ver esta novela llevada al cine, pues tiene todas las características para ello. ¿Y entonces? Pues que ¡Arriba el Zaidín, el Juan XXIII y la calle Santa Clara! Y entre tanto, Roma, Estados Unidos, la Francia de los gabachos, el Madrid pre-isabelino, la España en la que todo puede suceder, como el hecho de que un canalla mundano pueda escribir una magnífica obra en la Granada nazarí y se agote cada edición en menos de dos meses, ¡Y en tiempos de pandemia! ¡Viva García Márquez! Sin una sola presentación en público, sin una sola puesta en escena. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Le recomiendo esta lectura, también esta lectura para estos días entre elecciones y votaciones, entre calles desiertas y virus galopantes, entre vacunas ansiadas y gentes inmunizadas. Y aquí estaremos mientras, leyendo y esperando. ¡Arriba el NODO, digo, el telón y el teatro!
(Nota: Este artículo de Juan de Dios Villanueva Roa se ha publicado en la edición impresa de IDEAL, correspondiente al miércoles, 31 de marzo de 2021)
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