Para los amantes del fútbol el personaje no les resultará extraño, el as del balompié checoslovaco creció y se engrandeció no sólo mientras lo practicaba, sino también en su carrera posterior como entrenador en diferentes ligas y países.
Josef Masopust (09/02/1931-29/06/2015) nació en Strimice u Mostu, una pequeña aldea que acabaría desapareciendo por la explotación de la mina de lignito en los años cincuenta. A veces es lo que sucede cuando tienes materias primas: la codicia puede más y la industria minera no es precisamente un ejemplo de lo más responsable a la hora de la explotación de los recursos aunque, a veces, como comprobé en Vanuatu, sólo falta decisión, coraje, para hacerles frente y obligarlas a marchar; pero claro, para eso se necesita lo que se necesita y no siempre los más adelantados logran salir airosos del envite. ¡Curioso mundo!: un país que practicó el canibalismo hasta mediados del siglo pasado, sin que nos enteráramos, lograba que la minera australiana –si mal no recuerdo en aquél fantástico viaje- dejara de envenenar su isla; quedó la maquinaria que prácticamente se comió la vegetación tropical en la zona donde aquel día estaba de visita en un centro escolar.
La familia se trasladaba a la vecina ciudad de Most, Josef destacaría como jugador del equipo local poco después de la II Guerra Mundial. En 1949, con apenas 18 años firmaba su contrato como jugador profesional del Teplice, debutando en la liga de checoslovaca del momento en 1950. Dos años después pasó al equipo de fútbol del Ejército ATK Praga (posterior UDA Praga y Dukla Praga) donde pasó los años más exitosos y productivos de su carrera profesional, tres lustros cargados de momentos inolvidables que, a pesar de los escasos medios de la época, gracias a las modernas tecnologías podemos visionar en la red.
Su debut internacional llega en 1954 como integrante del equipo checoslovaco; vistió 63 veces la camiseta y en esos partidos anotó diez goles. Fue uno de esos ases que hacen inolvidable el fútbol o el deporte de un país. El equipo checo quedaría tercero en la copa UEFA del lejano 1960 y ocuparía la segunda plaza en el Mundial de la FIFA de 1962 en Chile. Sin duda ello que le catapultaría medio año después a conseguir el mítico Balón de Oro de de ese año.
Su vida activa le llevaría a Bélgica en 1968 donde ejerció de entrenador, luego regresó a su país donde volvería a la liga checoslovaca siendo entrenador del BRNO Zbrojovka. Con este equipo logró su único campeonato de liga en la temporada 1977-79. Entre 1984-1988 fungió como entrenador de la Selección Nacional Checoslovaca y marcharía a Indonesia como entrenador de la selección nacional de esa populosa nación insular del continente asiático.
La Asociación de Fútbol Checa [Federación de Fútbol de Bohemia y Moravia] le honró con el reconocimiento al mejor jugador checo en el último medio siglo. En el año 2000 aficionados y profesionales le honrarían como el mejor jugador de la historia del fútbol de su país. Más honores le llegaron cuando en el 2009 rebautizaron el estadio de Most con su nombre. En el 2012 se erigía una estatua en las cercanías del Dukla Praga [Distrito 6, Juliska].
Ahora, en el 2021, al cumplirse su noventa aniversario, el correo checo le honra con un sello de 19 coronas dentro de la serie personajes. El timbre fue realizado por el artista gráfico Petr Minka [Usti nad Laben, 19/07/1961], que vivió y trabajó en Praga y Steti, región de Litomerice. Este diseñador se formó en la célebre Escuela de Arte Václav Hollar entre 1981-1986. Su trabajó está enfocado a la ilustración de libros y otras áreas del mundo de las artes gráficas. En los últimos años varios sellos checos han sido hechos por él y ahora le ha correspondido confeccionar este que lo une a uno de los más grandes leyendas entre los deportistas de su país.
En el 2015 la prensa de todo el mundo señalaba la pérdida de Masopust; el diario deportivo madrileño AS, le dedicó un emocionante artículo, aunque en las hemerotecas no faltan hechos y momentos sobresalientes del gran jugador.
La emisión comenzó a franquear la correspondencia el 19 de febrero de 2021. El sello se realizó en offset e impresión digital, hojas de 50 sellos y 500.000 ejemplares de tirada impreso en la Casa Hraditsko. El sobre de primer día fue cancelado en Most, el matasellos simula un balón de fútbol en movimiento y la ilustración nos lo presenta con una pelota lista para darle un buen golpe con su izquierda. Los temáticos del deporte están de enhorabuena, si además son futboleros, la alegría es doble.
(Nota: Nuestro agradecimiento al correo checo por la ayuda para documentar este artículo)
Ver más artículos de
Maestro de Primaria, licenciado en Geografía
y estudios de doctorado en Historia de América.
Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas
del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.