Pues bien, el título de esta carta no es soez ni una grosería, al pan pan y al vino vino significa que a cada cosa hay que llamarla por su nombre. La frase es como un resumen de “al pan hay que llamarle pan y al vino hay que llamarle vino”, no hay que ir con artificios ni cosas raras, ni dando vueltas, ni irse por los cerros de Úbeda.
Cansado, muy cansado y bastante fastidiado que día sí y al otro también, nuestra querida prensa aparece, casi siempre, en portada con los restos flotantes en las playas de Salobreña. Pero lo que me cabrea aún más es que, nunca hablan de Motril ni de Almuñécar. Año tras año Salobreña es el centro de este tipo de información y no saben bien ustedes el daño que hacen al pueblo y al turismo de la localidad, casi única fuente económica del pueblo.
Año tras año viene apareciendo una capa de nata de distinto pelaje, unas veces marrón, otras blanco, otras difícil de catalogar su color. Así mismo, cada temporada las distintas administraciones se echan la pelota unas a otras sin averiguar la procedencia de dicho manto acuífero.
Se han hallado restos fecales en la “Mancha” de Salobreña. Y todos tan callados y tan contentos según se mire, la señora alcaldesa, preocupadísima como cada año, siendo además, Presidenta de la Mancomunidad de Municipios dice desconocer dichos informes, el Presidente de la Asociación de vecinos de la playa es tan listo que ya sabía él que los restos eran fecales, asegurando que no es el primer año que ocurre.
Por su parte, los ecologistas en acción tienen tal habilidad pata detectar que dichos residuos eran fecales y que posiblemente vengan de algún emisario.
Y yo, como Jubilado, vecino y pregonero de las fiestas de la Virgen del Rosario estoy hasta el mismísimo arco del triunfo de tanta demagogia y de tanto listillo que sabe de dónde viene esta mierda y por qué cada verano acude fiel a su cita.
Nadie habla de Nerja, Almuñécar o Motril por nombrar algunos de los pueblos de la Costa Tropical, que también presentan dicha mancha y en algunas ocasiones han sido ellos quien ha provocado el problema, pero las mareas de poniente hacen que en unas horas lleguen al litoral de Salobreña.
Falta va haciendo ya que la Junta de Andalucía nos preste un poco de atención, antes no sé el motivo de no afrontar con seriedad el problema, pues el gobierno era del mismo partido que el ayuntamiento y ahora que son de distinto partido, seguimos siendo la hermanita pobre de la Costa Tropical.
Aunemos todos nuestros esfuerzos y conocimientos, Ayuntamiento, Junta, Diputación, Asociación de Vecinos y por supuesto los Ecologistas en Acción, para que de una vez por todas la prensa granadina deje de publicar la mierda que cada día aparece en las playas de Salobreña y si no es nuestra que cojan y se la lleven de una vez por todas. Salobreña se lo merece.
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