“Todo surge hace dos años en una reunión por la cultura que convoca la Asociación Cultural Almósita donde se planteó la creación de nuestros propios títeres”, nos cuenta el autor de la obra de teatro de títeres de cachiporra, conocido, sobre todo, por su faceta de inventor de juegos y escritor de originales libros de ingenio. También comenta el deseo de que “no fuese una obra existente, y que significara la colaboración de gente, sin ánimo de lucro”. Y así ha sido, pues todos han colaborado por amor al arte y por el loable deseo de hacer felices a los niños, desde él propio autor hasta la persona que ha fabricado los títeres, Antonio Palacios; el maestro de escuela jubilado y pintor, Antonio Serrano, que ha hecho los decorados, el grupo Zítora Teatro que ha adaptado su guión para no hacerlo muy extenso y los músicos que participan, siendo este uno de los “detalles innovadores” con respecto a otros títeres ya que los asistentes a esta representación oirán la “música en vivo”. Otro detalle original es la intervención de un duende que responde al nombre de Mondarino, que hace los veces de presentador y conductor de la obra, al tiempo que animará al público para que interactúe durante toda la interpretación.
Ensayo general
El pasado jueves asistimos al último ensayo general en la Casa de la Juventud de Dúrcal lo que nos permitió disfrutar de esta divertida obra en la que aparece un dragón llamado Bartolín, un maestro Don Ramón; dos niños, Blasín y Benjamín; una niña, Marina, y dos malvados jabalíes parlantes: Kraken, el jefe, y Bosbo. Todos ellos movidos por miembros de Zítora Teatro, asociación que entre sus principales inquietudes está la de acercar al público distintos tipos de teatro. También nos dio la oportunidad de charlar con el creador del juego tridimensional del Parque de las Ciencias, Hexaedros, y autor de la trilogía el juego de estrategia ‘Las Torres de la Alhambra’ y ‘El enigma del Gran Maestro. Eruditos y Custodios’ (2013) quien manifiesta “gracias a todos estamos sacando adelante un proyecto muy digno. No hay que olvidar que los mayores estamos obligados a hacer felices a los niños”.
(Para agrandar pulsar sobre la imagen y luego en 100 %. FOTO: A. A.)
Autor que mantiene vivo el recuerdo de este tipo de representaciones de su infancia motrileña, al recordar que “a final de primavera y principio de verano venía una compañía a la Explanada y disfrutábamos con estos títeres de cachiporra”. Precisamente lo mismo que ahora persigue con su obra que tiene otra singularidad, pues las localizaciones donde se supone se desarrolla son del propio municipio desde el río Dúrcal, a la cueva de los Riscos, pasando por el puente de Lata, el cerro Redondillo o el camino de Nigüelas. Lo cual no significa no se pueda llevar a otros lugares pues es una “obra que puede ser perfectamente adaptable”. Respecto al emplazamiento donde se va a estrenar Paco López lo considera ideal pues “los títeres son de la calle, de espacios abiertos” y muestra su satisfacción porque los más pequeños y sus acompañantes puedan “disfrutar y pasárselo bien para pasarlo mal bastante tenemos con lo que nos ofrecen los telediarios de guerras, violencia doméstica,..”
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