El alumno debe alcanzar los objetivos de la etapa, no tener absentismo, presentarse a todos los exámenes y sumar una nota media de 5 o más
La nueva ley de educación, la Lomloe, aprobada la víspera de la Nochebuena, contiene dos grandes novedades para el Bachillerato, que se comenzarán a aplicar a partir del próximo curso en primero y del 2023-24 en segundo. De manera excepcional los alumnos podrán obtener el título y presentarse a la selectividad con una asignatura suspendida y, también en casos excepcionales, estos estudios, la educación secundaria superior, podrá realizarse en tres cursos en vez de los dos ordinarios para facilitar su superación. El borrador del real decreto que ordena y define cómo reorganizar estas enseñanzas, que el Gobierno aprobará a comienzos de 2022, desvela ahora la letra pequeña, las exigencias y condiciones que deberán cumplir quienes pretendan beneficiarse de estas disposiciones excepcionales.
Como norma general se mantiene que para obtener el título de Bachillerato se deben tener aprobadas todas las asignaturas, pero también se conseguirá con un suspenso si el estudiante cumple cuatro exigencias. Que sus profesores coincidan en que ha alcanzado los objetivos y competencias de la etapa, que no hubo inasistencia injustificada a la materia, que realizó todas las actividades exigidas de evaluación y se presentó a todas las pruebas, incluida la recuperación de final de curso (en junio o septiembre), y que su nota media, incluida la del suspenso, es de 5 o superior. La tercera de las exigencias tiene sentido porque en esta etapa, a diferencia de lo que ocurrirá en la ESO tras la reforma en marcha, se mantiene la convocatoria extraordinaria para quien suspenda en la evaluación final.
El Bachillerato de tres años, en el que se repartirán las asignaturas de los dos cursos entre uno más, también tendrá beneficiarios tasados. Solo está permitido para alumnos con alguna necesidad específica de apoyo educativo (discapacitados), para jóvenes que cursen en paralelo enseñanzas profesionales de música, para deportistas de alto nivel, y para alumnos que aleguen unas circunstancias que lo justifiquen.
El borrador de decreto, como la ley que desarrolla, indica que de primero de Bachillerato a segundo solo se podrá pasar con un máximo de dos asignaturas pendientes y especifica que en caso de terminar segundo con más de un suspenso, el alumno podrá elegir entre matricularse solo de esas materias y obtener el título o repetir segundo completo.
Podrán estudiar Bachiller excepcionalmente en tres años los discapacitados, deportistas y quienes cursen la carrera musical
La secundaria superior se podrá estudiar a través de cinco modalidades, cada una con su propio itinerario de materias, orientadas a la rama universitaria a la que se aspire. Son las ya existentes de Humanidades y Ciencias Sociales, de Ciencias y Tecnología y de Artes –que se divide en Música y Artes Escénicas y Artes Plástica, Imagen y Diseño–, y la General, nueva, que incorpora conocimientos de humanidades, ciencias y arte, pensada para quienes pueden orientarse a carreras mestizas como Psicología, Sociología o Periodismo.
Religión, libre y una hora
Cada alumno tiene siete asignaturas reguladas por el Estado en cada curso, cuatro comunes a todas las modalidades y tres específicas –entre las que habrá obligadas y de elección–, más las optativas que fijen la autonomías o los propios centros. Entre las comunes destacan Lengua Castellana y Literatura e Idioma Extranjero, de las que se darán tres horas semanales cada curso, y el área filosófica, con dos horas semanales por curso, con Filosofía, en primero, e Historia de la Filosofía, en segundo. El listado de optativas autonómicas, además de otras disciplinas, debe ofertar específicas de las que se cursan en otras modalidades de Bachillerato y un segundo idioma. Religión solo la estudiará quien lo desee, no contará para la nota y se impartirá una hora o dos a la semana, según se dé en un solo curso o en los dos.
Esta distribución de materias se completará con más saberes o más tiempo mínimo del ya fijado por el Estado, según lo decidan las autonomías o los centros, que deben marcar el 40% del horario lectivo. El reparto de tiempos estatal se reducirá en un 10% por las comunidades con lengua cooficial, que fijan hasta el 50% del horario. No obstante, no podrán recortar en más de un tercio el tiempo fijado por el ministerio para una asignatura.
El Gobierno encarga a autonomías y centros que den protagonismo a las tutorías y servicios de orientación psicológica y profesional, para ayudar a los estudiantes en la elección de modalidad y materias y para guiarles hacia los estudios más afines a sus intereses y capacidades.
Una modalidad y siete asignaturas nuevas
La especialidad más novedosa de cara al próximo curso es el Bachillerato General, un itinerario formativo de nueva creación con la Lomloe. Además de las cuatro materias comunes a los otros cuatro itinerarios posibles para titularse en esta etapa, en el primer curso será obligado estudiar Matemáticas Generales y, en el segundo, Ciencias Generales. Ambas materias son de nueva creación. Las otras dos asignaturas específicas se elegirán por los alumnos de entre cualquiera de las materias de otras modalidades o de las nuevas Movimientos Culturales y Artísticos (en primero) y Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial (en segundo).
El borrador de decreto, entre las 42 materias que describe, incorpora otras tres asignaturas nuevas. Literatura Dramática, de elección en Música y Artes Escénicas, Dibujo Técnico aplicado a las Artes Plásticas y el Diseño, posible en esa modalidad, y Coro y Técnica Vocal, en la rama de Música y Artes Escénicas.
Alfonso Torices. Redactor
Bilbao (1966).
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco y máster en Periodismo.
Se incorporó a la Agencia Colpisa en el año 2000. En la actualidad, trabaja en la sección de Nacional.