En la noche del 1 de diciembre se presentaba ‘Granada, paraíso confinado’, una obra colectiva de Wenceslao-Carlos Lozano, Eduardo Castro, José Vicente Pascual, Manuel Á. Vázquez y Esteban de las Heras
Esta pandemia que se resiste a abandonarnos también tiene su parte positiva en algunas manifestaciones artísticas. A un año y medio largo del primer confinamiento estamos asistiendo a la presentación de numerosas obras literarias que bien se escribieron durante este período, bien están inspiradas en esta experiencia que marcarán un antes y un después en la vida de sus autores, y de los lectores que se adentren en sus páginas. En algunos casos se han convertidos en «jolgorio literario u ópera bufa» como sucede con el libro ‘Granada. Paraíso confinado’ (Esdrújula Ed.) que surgió de la forma más inesperada y ha servido para reunir el talento de cinco miembros de la Academia de Buenas Letras de Granada, de edades comprendidas entre los 64 y 74 años, y profesiones diversas, dos profesores universitarios y filólogos ( Wenceslao-Carlos Lozano y Manuel Ángel Vázquez Medel), dos periodistas veteranos y escritores de acreditada solvencia (Eduardo Castro y Esteban de las Heras), y un novelista profesional amén de prolífico articulista, (José Vicente Pascual). Como padrino de la presentación celebrada en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros en la noche del miércoles contaron con su compañero académico y catedrático emérito de la Universidad de Granada, Antonio Sánchez Trigueros.
Tal y como narró la editora, Mariana Lozano, esta publicación que acaba de llegar a las librerías, con portada de Juan Vida, surgió de forma fortuita, recién decretado el confinamiento forzoso a mediados de marzo de 2020, cuando estos cinco académicos decidieron escribir juntos algo que los mantuviera en contacto y aliviara en lo posible del tedio del encierro que de esta manera se ha convertido en «una crónica bufa del mismo hasta su final». Por cuestiones de residencia solo pudieron estar presentes en este acto tres de los autores que explicaron cómo se produjo su participación para pasar a leer algunos fragmentos. Previamente, Sánchez Trigueros realizó un breve análisis de esta obra «fruto de la espontaneidad y con mucha enjundia» que calificó de «río narrativo que ni los autores sabían dónde les podía llevar» y en el que unos han nadado a favor de la corriente y otros en contra. Así mismo destacó que en este texto tejido con humor también está presente el suspense, el erotismo, la conspiración,… Libro en el que no hay capítulos sino 75 fragmentos firmados junto al dígito con las iniciales del autor, estando bien enlazados pese a haber sido escritos por autores diversos y contando con un narrador omnisciente en tercera persona y con unos escenarios concretos, Granada ciudad y la Alpujarra, especialmente Soportújar. Como termina la nota al lector «todo un despliegue de fantaseo creativo sin otro afán de que redunde en diversión lectora».
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