Aunque hace 18 años que se jubiló, Luis Hinojosa sigue ejerciendo su magisterio. Ahora, a través de sus libros y colaboraciones en Alhama Comunicación. El lunes 19 de septiembre presentaba en el ayuntamiento de su pueblo, Santa Cruz del Comercio, un pequeño libro de valioso contenido. Su título ‘Bonilla El Pecas’ y ha sido publicado por la Diputación de Granada lo que ha posibilitado que se entreguen cinco ejemplares a cada centro educativo de la Comarca de Alhama. Basado en vivencias personales en él describe un año en la vida de un escolar que vive en un núcleo rural a mediados del siglo pasado lo que le permite fijar en el papel costumbres y palabras que el paso del tiempo ha borrado
Pepe Horcajadas, en nombre de la alcaldesa de Santa Cruz del Comercio, Ángeles Jiménez, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes a la presentación del libro ‘Bonilla El Pecas’ al tiempo que felicitaba a su autor, Luis Hinojosa, por su incansable lucha por la cultura. Al acto que tuvo lugar en el salón de actos del ayuntamiento, se invitó a los diez centros educativos de la Comarca, aunque solo asistieron cuatro.
En primer lugar intervino Pilar Núñez, profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada. Esta profesora indicó que ella estaba en el acto por el contenido del libro y por «esa necesidad de reconocernos en el pasado, de mantener los afectos, de conservar lo que nos une y nos sirve para hacer comunidad, es decir, yo estoy aquí por cariño». Más concretamente, porque heredó de su madre que un cariño enorme tanto a Luis como a su hermano. Así mismo, destacó el «trayecto vital y profesional de Luis, una persona jubilada tras realizar su trabajo con calidad y honestidad durante muchos años y que sigue estando presente en la actividad cultural dado su amor a la música, el teatro y la escritura».
Otro motivo que justificaba su presencia es que cuando recibió el libro le gustó mucho pues las cosas narradas por Luis le son conocidas y volver al mundo que está en sus páginas «era volver al paraíso que evoca Luis» que, además, con su vena de maestro convierte en una fuente de aprendizaje sobre las formas de vida y vocabulario. A continuación dio paso a la lectura del texto en el que expresa el valor que tiene esta obra como persona, como profesora de Lengua y Literatura y como ciudadana de esta sociedad tecnológica que está cambiando con tanta rapidez y en la que Luis Hinojosa realiza «una bella evocación de su infancia». En su opinión, es un libro «que se lee fluidamente con agrado y con nostalgia». Así mismo, lo considera «una obra de inestimable valor en las aulas por dar a conocer nuestra historia más reciente y por poner ante nuestros ojos nuestra relación con la tierra, así como por transmitir en la escuela el respeto y el cuidado por el agua, las plantas y la naturaleza y por nuestra propia alimentación». A esto añade el esfuerzo del autor por conservar el lenguaje asociado a esa vida de la España rural.
Un pequeño gran libro
Seguidamente Maribel Hinojosa pasó a dar lectura al texto redactado por Antonio Robles, que comienza con las primeras palabras del Quijote y otros fragmentos de la segunda parte traídas a colación al tratarse de palabras que apenas nadie conoce y que para conocer su significado es imprescindible el uso de diccionarios especializados «pues la realidades que significan dejaron de existir», tal y como está ocurriendo con muchas palabras relacionadas con las faenas agrícolas de apenas hace medio siglo. Para Antonio Robles, ‘Bonilla El Pecas’, es «un pequeño gran libro» pues su autor ha tenido la inteligencia de mostrárnoslo de la mano de un escolar campesino, con abundante información sobre los sistemas de peso y medidas al uso, así como tradiciones prácticamente desaparecidas. «Aunque trasnochado ese vocabulario es testigo de las vidas de sus padres, sus abuelos y demás antepasados. El libro esta muy bien redactado y la presencia de ilustraciones lo hace de fácil y amena lectura para todos. ‘Bonilla, El Pecas’, junto con ‘Volver la vista atrás’ constituye un documento de gran valor para el estudio de la antropología de nuestro pueblo y de cualquier comunidad rural de hace medio siglo», concluye.
A continuación tomó la palabra Luis para agradecer al Ayuntamiento y a la Diputación el sacar a la luz este trabajo, así como a Pilar y a Antonio Robles por sus palabras, al departamento del IES Alhama por haber aceptado y hacer uso de esta obra como recurso didáctico, al firmante de este texto y a Juan Cabezas por la labor de difusión y al público asistente por su presencia. Seguidamente justificó la redacción de la obra presentada que ya estaba señalada en la contracubierta de su primer libro publicado tras su jubilación hace ya 15 años, ‘La historia de la familia Hinojosa Arias’ del que solo se imprimieron cuatro ejemplares donde decía: «En los paisajes de nuestro propio entorno, las personas más cercanas a nosotros protagonizan la historia que más nos importa y que a veces nos es tan desconocida. Esa es la razón última de esta pequeña obra que hoy presentamos».
Interés por lo cercano
Después pasó a explicar las motivaciones que le llevaron a preocuparse por lo más cercano incluso llevando ese interés a sus alumnos a los que pidió buscasen en sus hogares aperos de labranza y se informasen acerca de su utilidad preguntando a sus familiares para acabar elaborando su particular vocabulario agrícola. También hizo referencia a la oportunidad brindada por Juan Cabezas de publicar en ALHAMA COMUNICACIÓN donde apareció su protagonista, Bonilla El Pecas, ideado para sacar a la luz este léxico poco conocido. También expuso la estructura de la obra que consta de una doble y breve introducción, pasa a presentar al personaje principal y su familia, así como las vivencias que transcurren a lo largo de un curso escolar, iniciándose con la feria a mediados de septiembre en la que el progenitor compra tierra que se mide en fanegas, cuartillas y celemines. Después de las vacaciones navideñas Bonilla guardará en su pañuelo las gordas, las perrillas y los reales. Se prepararán para la matanza pesando el cerdo en arrobas, libras y cuarterones. Y así continua la historia con vivencias que son muy conocidas por Luis, desde la siembra hasta las labores estivales, que en numerosas ocasiones realizó el autor hasta que la mecanización del campo con el tractor y la cosechadora hicieron desaparecer estas duras tareas.
En la segunda y tercera parte del libro se dedica a explica este vocabulario agrícola así como los aperos agrícolas con sus partes. Termina con una justificación de lo que puede suponer esta obra a las nuevas generaciones de escolares que a través de ella podrá conocer «nuestra historia más cercana en el tiempo y en el espacio». Un modesto texto fruto de sus 38 años de docencia y de sus vivencias personales pues a sus 11 años en que ingresó en el seminario «ya había pintado garbanzos recogido aceitunas, faltando temporalmente a la escuela para ir con mi padre a ganar un jornal y en verano trillé, abaleé, quité granzas, y a medida que fui creciendo fui ascendiendo de categoría profesional y fue segador, arrancador, carrero y gañán como Bonilla». Para terminar se procedió a la entrega gratuita de cinco ejemplares para cada centro educativo a los que se puede añadir otro lote de unos quince ejemplares para los colegios que decidan trabajarlos en clase.
Comentarios
Una respuesta a «Pilar Núñez: «El valor del libro de Luis Hinojosa reside en sus muchas posibilidades para abordar múltiples dimensiones de la educación»»
Luis, amigo, me alegro contigo con esa bonita obra que acabas de presentar.
Y veo con satisfacción que a los dos nos gusta tocar casi los mismos temas. El campo te gusta, sus faenas también y de los aperos ni hablar.
Se nota que usaste el amocafre, la hoz y la azada y de todas sacaste buenos trabajos, muy buen provecho que ahora has cambiado por papel y lápiz que también dejan surco, este no de tierra, sino de sabiduría, estudio y entrega.
Luis amigo, sigue arando, esta vez con la pluma que tinta te queda aún mucha.
Un abrazo amigo Luis, yo he comenzado a organizar mi segundo que escrito ya está.