El método ha sido desarrollo por Alicia Vílchez, maestra y madre de dos hijas disléxicas y otra con síndrome de Down
La maestra de Infantil y Primaria, Alicia Vílchez, es madre de tres hijas, -dos de ellas con dislexia como ella y la otra con síndrome de Down-, lo que le ha llevado a profundizar en la enseñanza de la lectoescritura a alumnado con dificultades de aprendizaje. Nacida en Albacete, ciudad de origen de su madre, toda su vida ha transcurrido en Granada donde realizó sus estudios primarios en el Colegio Caja de Ahorros para posteriormente continuar en las Adoratrices, Instituto Virgen de las Nieves y UGR. «Terminé Magisterio en 1996 y después de eso estuve preparándome oposiciones de Infantil. Como no salieron bien decidí montar mi propio centro infantil en Cájar, ‘La cuna de los Elfos’ con el que estuve 9 años. La verdad es que fue una experiencia muy bonita pues me permitió hacer realidad todo lo que pensaba. Después tuve que cerrar el centro y trabajar en diferentes sitios como, por ejemplo, en la granja-escuela ‘Huerto Alegre’ que me dio una visión de amor a la naturaleza y de la importancia de explicarle a los niños el respeto por el medio que han influido en mi forma de entender la educación», comenta de su trayectoria profesional.
De su experiencia vital nos cuenta que en el año 2001 contrajo matrimonio y fijó su residencia en La Zubia donde actualmente vive con sus tres hijas: Laura, de 16 años y las mellizas de 10, Enma y Alicia. Cuando la mayor estudiaba cuarto de Primaria le diagnosticaron dislexia, a raíz de lo cual, ella descubrió que también era disléxica, lo que le supuso «un paso muy grande para concienciarme con las dificultades de aprendizaje» que se incrementó con sus mellizas pues Enma es síndrome de Down y a Alicia también es dislexia. «O sea, que en casa estamos tres disléxicas y una niña con síndrome de Down. Yo había adaptando los contenidos con Laura y practicado diferentes metodologías para que aprendiese pero cuando Enma vino a mi vida tuve que resetear como maestra toda la forma de explicar con lo cual estoy muy, muy concienciada con las dificultades de aprendizaje y de la necesidad de que la educación sea verdaderamente inclusiva». Por todo ello, aprovechando su experiencia y conocimientos como maestra y madre, ha publicado su propio método con el que pretende ayudar a todos los escolares con dificultades de aprendizaje de la lectoescritura.
«Como a mí me encantan los cuentos,-de hecho ella es cuentacuentos y tiene en Internet su propio canal de cuentos- los utilizo para todos los niveles educativos. Así surgió ‘Litterae, el hada de las letras’, un cuentecillo de una hada que le enseñaba a Emma a escribir con una historia en la que se la lleva de paseo y le enseña a hace trazos. Vi que la motivación era cada vez mayor y empecé a construir el método ‘Litterae’», señala antes de añadir que hay que trabajar separando la lectura de la escritura y la escritura productiva manipulativa de la escritura de los trazos que irán de los más simples a los más complejos». También que ella comienza con la escritura de las mayúsculas para pasar luego a las minúsculas. Para la enseñanza de los trazos se apoya en imágenes que irán desapareciendo conforme los niños los vaya memorizando. Recomienda su método especialmente para alumnado con dificultades de aprendizaje de Infantil y primer ciclo de Primaria. «Utilizo dos colores, blanco para los niños que tienen adquirida la lectura y el de color para aquellos que no la tienen con lo cual ‘Litterae’ se puede trabajar desde Infantil sin necesidad de introducir la lectura y que, aunque se inventó para niños con dificultades de aprendizaje me encantaría que se lleve a todas las escuelas para todos los niños porque permite aprender de forma respetuosa al tener en cuenta los ritmos de aprendizaje de cada uno». Está disponible en Librería Paulinas de Granada.
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