En 1916 fue publicado el libro “Orientaciones” escrito por el químico Ángel González de la Serna, secretario de la agrupación de los exploradores-scouts de España en Granada sobre pedagogía para los comités, consejos y sus instructores.
Ángel González de la Serna era hermano del famoso pintor cubista y surrealista, nacido en Guadix y fallecido en París, Ismael González de la Serna, que tiene una larga calle dedicada en el barrio del Zaidín.
Descubrí el libro “Orientaciones”, hace unos años en la biblioteca de una colección privada en Granada, gracias a la generosidad de la familia propietaria, en cuyas estanterías dormía un sueño de años. Fue muy emocionante encontrarse con una forma práctica de entender la “educación en el tiempo libre” como el ancho camino para llegar a abrirse paso en la vida con un futuro profesional para chicos que, en muchos casos, le sacaban poco rendimiento a la escuela y, en otros, simplemente deambulaban por las calles de Granada sin oficio ni beneficio.
La puesta en práctica del contenido de “Orientaciones” supuso para muchos de los 300 chicos scouts, que entonces había en nuestra ciudad, un porvenir que los sacaba de la pobreza para ponerlos en la ruta de un trabajo como aprendices en comercios y talleres, poder ser telegrafistas y personal de correos o maestros de enseñanza primaria.
Con todo lo que esto suponía para las familias que, en su mayoría, estaban necesitadas. Eran años socialmente duros y bajos de ánimo, tras las pérdidas de Filipinas y Cuba, entre otras cuestiones sociales.
Detrás de Ángel González de la Serna estaba el genio de Luis López-Dóriga y Meseguer, entonces canónigo de la catedral de Granada, sobrino del Arzobispo José Meseguer y Costa, quien en 1913 había coronado canónicamente, junto al Embovedado del río Darro en Puerta Real, a la imagen de la Virgen de las Angustias, patrona de Granada.
López-Dóriga, cuya vida daría para una excelente serie televisiva, llegó a ser rocambolesca mente deán de la catedral, diputado en las primeras cortes de la II República, director de escuela, y exiliado en Méjico, tras la contienda de 1936 al 39. Allí ejerció de profesor de humanidades en varios liceos, hasta su fallecimiento. Y es que, López-Dóriga, entre otras muchas facetas de su vida, viajó por toda Europa, donde realizó estudios de sociología en Alemania, llegando a dominar varios idiomas, tras ser ordenado sacerdote por su tío en 1908. Tenía unas ideas muy avanzadas para la época sobre educación, sindicalismo obrero o medidas sociales, lo que hoy llamamos “bienestar social”. Algunas de estas ideas las plasmó junto a González de la Serna en el libro “Orientaciones”. Otras muchas las puso en práctica de diferentes maneras, como con el patronato de casas baratas, los círculos católicos de obreros, etc.
Pero, en temas de educación infantil y juvenil, la gran aportación de Luis López-Dóriga fue la fundación de los exploradores-scouts en Granada, primera agrupación escultista que se organizaba fehacientemente en Andalucía.
Y claro, para López-Doriga y González de la Serna, tener a los chicos -entonces todavía no había chicas hasta los años veinte- en una agrupación que sólo, aunque fuera muchísimo, hicieran excursiones, manualidades, acampadas, aprendieran el código de los exploradores-scouts, desfilaran en las fiestas de la ciudad, practican deporte, juegos, teatro, cocina, socorrismo, morse y conviven como verdaderos amigos… Para nuestros dos protagonistas escritores no era suficiente, había que buscarles un futuro laboral a los jóvenes.
Y así nació “Orientaciones”, su publicación, difusión y puesta en práctica supuso una auténtica “revolución metodológica” que afectó en profundidad en Granada, a la teoría, a los planteamientos y a la práctica de todas las estructuras pedagógicas y de gestión del “escultismo” -el método pedagógico inventado por el conocido general inglés Baden-Powell, que en 1907 había fundado los scouts-.
Baden-Powell tiene una calle en Granada, que es la ribera del río Monachil. Y López-Dóriga, le concedió, también el Ayuntamiento, una recoleta plaza al final de la calle mencionada, llegando a la zaidinera Avenida de Dílar.
Un empujón económico para la publicación de “Orientaciones” lo dio el conocido prócer de Granada, el Duque de San Pedro de Galatino, miembro del comité nacional de los exploradores y, desde 1917, segundo presidente nacional, que fue, hasta principios de los años veinte. Y un empujón moral supuso el del padre Manjón, como vocal honorario del comité nacional de los scouts.
No en todas las provincias, ni en todas las localidades donde había exploradores-scouts, gustó “Orientaciones”. Se desviaba de la forma en que aplicaban el escultismo. Y algunos, muchos, quisieron mirar hacia otro lado y seguir la senda, en apariencia, más vistosa…
El 15 de mayo de 2002 publiqué un artículo de Opinión en el diario IDEAL, que resumo y completo:
“Con el título de ‘Orientaciones’ los scouts nos acabamos de reencontrar con un interesantísimo libro, desconocido para numerosas generaciones de scouts. Fue escrito por don Ángel González de la Serna, químico industrial y secretario del consejo provincial y local de los exploradores, con prólogo del famoso don Luis López-Dóriga, y editado en 1916 en la Tipografía Paulino V. Taveset de Granada. Consta de 128 páginas y su precio era de 2 pesetas y 50 céntimos. Con meridiana claridad y crítica constructiva expone que la práctica scout debe ser conforme a las enseñanzas de Baden-Powell y libre de aditamentos innecesarios. El contenido lo podemos calificar en la actualidad de excepcional para los interesados en la historia, metodología scout y en la pedagogía.
La idea esencial del libro ‘Orientaciones’ la sacaron los autores de un cita de Baden-Powell, que decía: ‘La prueba del éxito de la educación no es lo que un muchacho sabe, según los exámenes al salir del colegio, sino lo que está haciendo diez años más tarde’.
La presentación más contundente del libro ‘Orientaciones’ tuvo lugar en el tercer certamen nacional de los exploradores, que tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad de Granada. López-Dóriga expuso con elocuentes palabras: ‘Los exploradores-scouts es una obra que continúa la labor educativa de la escuela y la familia. Tiende a que los jóvenes perseveren en la educación en que están ya iniciados, y a que la perfeccionen debidamente para que hagan su entrada en la vida social con las notas características del ciudadano consciente y honrado, inteligencia clara y nutrida con las ideas del deber. Tres veces a la semana, celebramos reuniones, en las que se procura señalar a los muchachos las normas que les ayudarán a conseguir un recto desarrollo físico, intelectual y ciudadano, cuya práctica se verifica en las excursiones dominicales. Por las noticias que periódicamente solicitamos de los padres y maestros de nuestros exploradores-scouts, y por la propia experiencia, podemos asegurar el resultado favorable que este constante trabajo produce. El consejo provincial estudia las aptitudes de los niños y les aconseja de acuerdo con sus padres, el mejor momento para adoptar una profesión. A los que les faltan recursos, y no pueden soportar los gastos que ocasiona la carrera a que se sienten inclinados, el consejo les facilita también cuantos medios son indispensables; solamente de la carrera de magisterio tenemos veintidós alumnos que estudian a nuestras expensas. Lo mismo pudiéramos decir de la carrera de correos y telégrafos o del cuerpo de carabineros y de otras varias. A los obreros manuales procuramos buscarles colocación en las condiciones más aceptables, inclinándose al propio tiempo a constituir un seguro para su porvenir en el Instituto Nacional de Previsión, recién creado, y en su sección de -Hucha del Explorador-Deseando que nuestra acción educativa sea lo más extensa posible, se publica en la prensa local, cuyo desinterés económico agradecemos con toda el alma, la reseña de todos nuestros actos y los comentarios de las ideas bienhechoras que propagamos. El amor verdadero a la patria, es compatible con el afecto hacia otros pueblos, y por eso enseñamos a los jóvenes los sentimientos de la fraternidad. Esto es, a grandes rasgos, el esquema de nuestros trabajos. No tenemos la pretensión de que sea el más conforme con la idea fundamental de los exploradores, pero sí aseguramos que hasta el presente no hemos sabido concebir otro mejor. Para que la institución de los exploradores produzca el fruto de regeneración social que, en estos tiempos, tanto anhelamos’.
En aquellos años, constituyó un acontecimiento que convulsionó la pedagogía del momento”.
La ilustración de la portada del libro “Orientaciones” está sacada de los diplomas de honor que los exploradores granadinos otorgaban a los ganadores de concursos o a los merecedores, por su buen comportamiento en las actividades scouts. Diplomas que eran firmados por el presidente de los exploradores granadinos, López-Dóriga, y por el secretario de los scouts de nuestra ciudad, González de la Serna.
Para otras dos o tres entregas más sobre “Orientaciones”, en “IDEAL en clase”, dejo el examen de algunas de las citas más relevantes “entresacadas”, del fenomenal contenido de este libro, que espero guste a maestros, profesores y pedagogos. Ahí se verá ya la verdadera esencia del mismo, de cada una de las tres partes que lo componen y de sus más de treinta pequeños capítulos, sin ánimo de ser exhaustivo, ni cansino. Un cordial saludo a los lectores.
Antonio Alaminos López
Autor del