Manuel Salinas, el poeta y pensador granadino, afincado en Málaga, llegó al IES Cerro de los Infantes de Pinos Puente con su sonrisa cotidiana; esa que denota la multitud de lecturas que impregnan toda una vida dedicada a comprender el mundo.
Allí, en la Biblioteca Elena Martín Vivaldi del IES Cerro de los Infantes, ante la atenta y luminosa mirada de los alumnos, Salinas hizo un ejercicio magistral para acercar su visión humanista de la vida, de la poesía y del arte en general.
La base de su charla se sustentó en la maravillosa escultura de Bernini, en la que Eneas huye de la ciudad de Troya, llevando a su anciano padre Anquises, que sostiene a los penates, sobre sus hombros y, detrás de ellos, a su hijo Ascanio, portando el fuego sagrado del hogar.
Presente, pasado y futuro desfilaron por un mundo hecho a la medida del hombre. Poesía, filosofía, escultura, arte y vida se fundieron en la palabra de Manuel Salinas.
Así es o debe ser la educación con mayúsculas: la búsqueda de un conocimiento interdisciplinar a través de los afectos.
De este modo, toda nuestra tradición, todo lo que somos y seremos o tal vez nunca seamos fue discernido, explicitado y vislumbrado por la sagaz mirada del pensador, que se sabe y se siente filósofo, a través de la obra de Bernini, convertida así en parábola del conocimiento.
En el fondo, todos llevamos el germen de Eneas. Todos llegaremos a ser Anquises. Todos hemos sido Ascanio.
Una mañana productiva, sin duda. Unas horas con sabor a siglos, ciertamente.
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Ramón Martínez López
IES Cerro de los Infantes