Todo comenzó a finales de los años ochenta cuando los amigos de Zaragoza avisaron de la posibilidad de convalidar los títulos, que teníamos expedidos por la escuela de aire libre, tiempo libre y animación sociocultural de los scouts-ASDE, y por el Ministerio de Cultura, por los nuevos títulos de la comunidad autónoma de Aragón, siendo esta la primera oportunidad en que se pudo realizar una convalidación de este tipo a nivel autonómico. El plazo fue muy corto, pero funcionó. Un grupo no muy numeroso -de maestros, maestras, profesores de IES, monitores y directores de actividades juveniles- lo hicimos. Así comenzó entonces el interés por este tema… ¿Un tema algo «friki»?
A lo largo de diferentes años, desde más que mediados los ochenta, hasta casi finales de los noventa, fueron apareciendo las legislaciones de las diferentes autonomías referentes a las titulaciones de monitores y directores de actividades de aire libre (campamentos, albergues, colonias juveniles, rutas, etc.) tiempo libre (asociaciones, clubs, ocio juvenil, etc.) y animadores socioculturales (centros cívicos, medioambiente, cultura, apoyo social, etc.). En casi todos los decretos autonómicos, y órdenes que los regulaban, aparecían en las disposiciones transitorias correspondientes la posibilidad de convalidar (dar validez a un documento que ya la tenía para ciertos efectos, o en ciertos lugares o ámbitos), homologar (poner una titulación en relaciones de igualdad o equivalencias con otra por tener ambas características comunes), y canjear (intercambiar un certificado bajo ciertas condiciones, especialmente acreditaciones de estudios). De esta manera se actuó con titulaciones anteriores para actualizarlas. Siempre dentro de unos plazos ajustados para hacerlo, generalmente de seis meses. Y con unos requisitos administrativos a cumplimentar debidamente. E incluso, algunas veces, teniendo que realizar algún módulo de formación de adaptación y de puesta al día, o un curso de prevención de riesgos, o una memoria de actividades, o superar positivamente la revisión de una tarea de tiempo libre juvenil. Fue todo bastante interesante y muy, muy, curioso…
Allá por 1990, escribí en la revista «Monitor-Educador» (editada por «Didania-Federación de Entidades Cristianas de Tiempo Libre») -a mi parecer una de las mejores revistas, por no decir la mejor, de tiempo libre y campamentos de nuestro país-, un artículo titulado: «La convalidación, homologación y canje de títulos y diplomas de aire libre, tiempo libre y animación sociocultural en las legislaciones autonómicas». Fue en el número del cuarto trimestre y ocupó las páginas de la 43 a la 48.
Quiero creer que era un buen artículo, para haberlo escrito con los medios de esa época, sin las posibilidades que hay hoy en día de consultar de forma digital las legislaciones, y las noticias y opiniones generadas al respecto. Lo hice pidiendo información por teléfono o por carta. Y con la ayuda de amigos y conocidos de distintos sitios. Levantó, entonces, bastante interés, diría que gran interés. Permitiendo que las personas afectadas pudieran iniciar los trámites administrativos y cumplir los requisitos oportunos para convalidar, homologar o canjear su titulación nacional, o de otra comunidad, por la nueva de su comunidad autónoma. Y, si lo consideraron apropiado, lo hicieron en varias autonomías, según el interés de cada cual.
También hubo instituciones educativas y administraciones públicas que utilizaron el artículo como una referencia en la materia. En algunas autonomías se dilató mucho la entrada en vigor de las convalidaciones. Incluso hubo varias que no contemplaron estas posibilidades, dando lugar, a que quienes quisieron conseguir las nuevas titulaciones en estas materias, aunque fueran personas veteranas y tituladas por otros lugares y organismos, tuvieran que partir prácticamente de nuevo.
La difusión, en aquellos años, de estas posibilidades fue intensa. Muchos maestros y maestras, profesores y profesoras, responsables educativos de asociaciones, etc., aprovecharon las oportunidades ofertadas desde las comunidades autónomas. Luego se terminaron esas ocasiones. Pero, para continuar la formación y obtener los diplomas pertinentes, siempre estuvieron, y están, las escuelas de aire libre, tiempo libre y animación sociocultural, reconocidas oficialmente. Muchas de ellas pertenecientes a asociaciones. Después, fueron apareciendo módulos de formación profesional. Y hoy en día, están hasta los certificados de las competencias profesionales adquiridas por las labores desempeñadas.
Fruto de todo lo mencionado, adjunto en este artículo las fotos de una docena de diferentes títulos, diplomas, carnets y certificados, para dejar constancia de la diversidad y procurar satisfacer algo de la curiosidad que siempre se despierta. Pido disculpas por la referencia a mi persona en las fotos que he remitido a IDEAL en Clase. No subo completos los originales de los certificados y títulos por las comprensibles razones de seguridad en las redes sociales.
Hoy en día, siguen existiendo algunas posibilidades de convalidaciones. Hay varias comunidades autónomas que recogen, en su legislación sobre campamentos y actividades de tiempo libre, la necesidad de solicitar a sus administraciones públicas la homologación de las titulaciones de las personas que van a realizar las funciones de directores o monitores, con diplomas o carnets expedidos en otras comunidades. De esa manera lograrán la autorización en la comunidad autónoma donde hayan solicitado la realización de dichas actividades, generalmente colonias y campamentos de verano. Esto implica solicitar los permisos con la adecuada antelación, la debida planificación y el papeleo oportuno.
La mayoría de las veces, las administraciones públicas, suelen responder enviando una carta que da validez a las titulaciones que se les han remitido. Y algunas pocas, facilitan el nuevo modelo de título ya convalidado u homologado de su comunidad autónoma. Otras se acogen al silencio administrativo sobre el reconocimiento de las titulaciones de los directores y monitores, situación que hay que entender como de aceptación positiva, pues sí que envían la pertinente autorización para la realización de las actividades solicitadas, casi siempre campamentos estivales.
Un cordial saludo a los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.
Antonio
Alaminos López,
maestro retirado
