Con el poema titulado A ti, mi pequeña y magistral roca, presentado con el seudónimo “Torreña”, Antonia Martín Antúnez, alumna del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada, en su sede de Motril, se ha alzado con el Premio Nacional de Poesía de ALUMA que en 2023 celebra su tercera edición.
Al premio concurrían, alumnos de los Programas Universitarios de Mayores de varias universidades españolas y debido a la calidad de los poemas presentados, el Jurado ha tenido difícil la selección del poema ganador de la presente edición.
El jurado del III Premio Nacional de ALUMA, integrado por Antonio Martínez González, como presidente; Rafael Reche, como vocal y Luis de la Rosa Fernández, como secretario, ha resaltado «la fuerza poética que se transmite con un lenguaje sencillo, no sometido al rigor de la métrica, pero muy efectivo para calar en el alma del lector, gracias a unas acertadas personificaciones con las que cobra vida la naturaleza».
Atendiendo a la calidad de las obras presentadas, también ha decidido conceder una mención especial, al poema “Todo” presentado con seudónimo “Pianista” por Nicasio Ortín Sonet, alumno perteneciente a la Universidad de Mayores, Comillas (Madrid).
Desde ALUMA se felicita a todos por su participación, especialmente a los dos galardonados: Antonia Martín Antúnez y a Nicasio Ortín Sonet.
A TI, MI PEQUEÑA Y MAGISTRAL ROCA
Un inmenso mar, una pequeña roca
cuyo cuerpo desnudo verde y gris
casi aparece y desaparece
a merced del oleaje.
El agua,
tu eterno y sonoro amigo,
te abraza y arrulla, atrapa, te hiere
estampa su furia contra el acantilado.
¡Cuántos golpes!
¡Qué desgarro!
Pero tú, valiente roca, en la tempestad
resistes firme y silenciosa:
a la lluvia con suaves sonrisas,
con paciente rostro, a los vientos feroces.
Y en las crudas noches de los inviernos fríos
cuando el aire huele a intensa soledad
me invitas a una fiesta azul.
¡Aguarda! – Exclama
al dulce amanecer del mar y sus canciones:
salomas, barcarolas, habaneras
entonan tus musgos y corales
al son del intenso oleaje envueltos de espuma.
Por eso,
mi pequeña y magistral roca,
cada amanecer voy a tu encuentro
a palpar tus misteriosos silencios, tus melodías
y vestir como tú la nívea túnica de la paciencia.
TORREÑA