El IES Arabuleila de Cúllar Vega va a celebrar a lo largo de toda esta semana talleres de “Inteligencia Emocinal” con el alumnado de 3ª y 4ª de ESO.
Desde el departamento de Orientación así como el propio equipo directivo se tiene conciencia de la importancia, que tiene para el aprendizaje y para la propia autorregulación del alumnado, la comprensión y gestión de los procesos emocionales a los que somos sometidos a diario en cada situación que se nos presenta. Todos estamos guiados a lo largo del día por nuestras emociones, en mayor o menor medida; el logro es darse cuenta y poder gestionarlas de forma satisfactoria, así como ver aquello que nos muestran.
En este sentido las palabras de Robert Cooper y Ayaman Sawaf (1998) son reveladoras al afirmar que «La ciencia moderna nos está demostrando todos los días que es la inteligencia emocional, no el coeficiente intelectual (CI) ni la sola potencia cerebral, lo que sustenta muchas de las mejores decisiones, las organizaciones más dinámicas y rentables, y las vidas más satisfactorias y de éxito».
El alumnado, además, está trabajando durante todo el curso escolar un programa de ‘Educación en Valores’ a través de diarios emocionales, botes de felicidad, cofres de la autoestima o diarios de gratitud. La comprensión y gestión de las emociones tiene su gran apoyo en la educación en valores. Los valores guían nuestra vida y de ellos depende nuestra propia aceptación como personas así como la aceptación y respeto del otro. La lucha contra el acoso escolar debe beber de los valores de las personas y de su comprensión de las emociones para ser empáticos con el otro y tener una autoimagen óptima de nosotros mismos.
Por ello, hoy más que nunca, se hace necesario trabajar con nuestro alumnado la gestión emocional y que aprendan, así, a comprender qué sienten y por qué lo sienten. Con ello llegarán a ser personas autorreguladas y no se dejarán arrastrar por el torbellino emocional que en múltiples ocasiones nos arrastra sin control alguno. La escuela se enfrenta a este nuevo reto, no sin cierta dificultad.
“El profesor ideal para este nuevo siglo tendrá que ser capaz de enseñar la aritmética del corazón y la gramática de las relaciones sociales”. Natalio Extremera y Pablo Fernández-Berrocal