Ramón Gómez (diseñador gráfico y tatuador, autor de muchas de las pegatinas que los jóvenes lucen en sus motos); Inmaculada Gordo (enfermera y técnico en nutrición); Sergio González (técnico deportivo y director de la compañía de animación Aki Títeres) y Mª José Lobato (responsable de la empresa de cosmética artesanal La baya de oro) fueron los cuatro emprendedores que durante un rato compartieron con los estudiantes sus experiencias personales, en un acto celebrado en el Salón de Actos del instituto.
Todos ellos tienen varias cosas en común: nacieron en Huétor Tájar, tuvieron que costearse sus estudios trabajando a la vez y han triunfado en sus respectivas profesiones sin tener que salir de su pueblo.
Dar consejos a los chavales
Durante el encuentro, los chavales tuvieron la oportunidad de preguntarles cómo fueron sus comienzos, qué es lo más duro de su trabajo, cómo es su día a día o con qué personas o acontecimientos importantes se han encontrado a lo largo de su trayectoria. En definitiva, los cuatro ponentes desgranaron sus historias personales, y dieron buenos consejos sobre cómo triunfar profesionalmente a los asistentes. Todos coincidieron en algo: es necesario formarse, estudiar idiomas y “cargar muchos las pilas” para llegar muy alto.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Huétor Tájar, Miguel Ángel Sanjuán, destacó lo “enormemente enriquecedora” que resultó esta actividad para los jóvenes, “ya que conocer de primera mano las historias de estos vecinos, que representan un verdadero referente para muchos de ellos, ha sido muy positivo”.
El edil señaló que estos vecinos de Huétor Tájar “son un ejemplo de que, con mucho esfuerzo e ilusión, es posible cumplir los sueños, y suponen un modelo a seguir para los chavales porque los conocen perfectamente en algunos casos, y los ven como gente muy cercana a ellos”.