El pasado 28 de abril nos dejaba José Antonio Mesa Segura. No he querido que pasen los días sin rendir mi pequeño homenaje al querido amigo y compañero. Conocí a José Antonio en el Departamento de Historia del Derecho, cuando quien escribe, un joven profesor ayudante de veintidós años, preparaba su tesis doctoral sobre el gobierno municipal de Granada en el Quinientos. Mesa acudía por las tardes, y solía orientarme en la búsqueda de bibliografía sobre la historia de Granada, que él conocía como nadie. Con sonrisa bondadosa, a media voz, sin alardes de falsa erudición, desgranaba sus perlas de sabiduría, que yo escuchaba con oídos atentos. Me franqueó los tesoros de su biblioteca personal, de suerte que pude cotejar su ejemplar de las Ordenanzas de Granada de 1552 con la edición de 1672 que se conservaba en el Departamento. Gracias a su empeño, ingresé en el Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, al que pertenecía José Antonio.
Tiempo después volvimos a coincidir en la tertulia que los sábados por la mañana se reunía en la cafetería Fútbol, en la plaza de la Mariana, para preparar los actos conmemorativos del Bicentenario de la Ocupación Francesa de Granada. Allí, en compañía de Francisco Gil Craviotto, Francisco Luis Díaz Torrejón, Eduardo Roca, Javier Martínez Medina, Melchor Saiz-Pardo, Vicente González Barberán, César Girón, Emilio Atienza, Guillermo Orozco, Ana Morilla y otros amigos, celebrábamos el amor al pasado de Granada. Fruto de aquellas reuniones fue la organización de un ciclo de conferencias, que contó con la participación, entre otros prestigiosos historiadores, escritores y juristas, de Miguel Artola, y la edición en libro de La invasión francesa de Granada [1810-1812], del cronista granadino Francisco de Paula Valladar, con un riguroso y documentado estudio preliminar de José Antonio Mesa Segura (El Defensor de Granada, 2010).
Una de las grandes pasiones de Mesa fue precisamente la historia de la prensa en Granada. Como ha subrayado Gil Craviotto, autor de su biografía, el abuelo de José Antonio, Pedro Mesa de León, fue una leyenda del periodismo. Pues bien, con motivo de la celebración en el Centro Artístico del ciclo de conferencias Periodistas de Ayer y de Hoy, José Antonio confió una vez más en mí, encargándome una conferencia sobre Francisco de Paula Valladar. Naturalmente, el mejor conocedor de Valladar y de la historia del periodismo en Granada era Mesa. Le pregunté con franqueza por qué no pronunciaba él mismo la conferencia. Mesa me replicó sonriendo que él me suministraría los datos, pero que quien debía pronunciar la conferencia era yo. Y aquí entran en escena dos virtudes esenciales de José Antonio: su generosidad y su modestia. No le gustaba ocupar el primer plano, que él prefería ceder a sus amigos, siempre discreto, bondadoso y sabio.
No quería dejar que pasaran los días sin ofrecer a José Antonio Mesa Segura estas palabras de gratitud, admiración y reconocimiento. Hasta siempre, querido tocayo, hasta siempre.
José Antonio López Nevot
Enlaces relacionados:
- Francisco Gil Craviotto: «A José Antonio Mesa Segura, el gran conocedor de Granada, in memoriam»
- Alberto Granados. José Antonio Mesa Segura en el recuerdo
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