Ahora que llega la Navidad, parece que este tema del cuidado de los mayores está como más presente, y he leído en estos días que… El pronunciado envejecimiento de la población hace necesario explorar otras vías para el cuidado de los mayores. Una posibilidad son las fórmulas de coliving senior: Complejos residenciales que combinan, con distintas fórmulas, espacios individuales con zonas comunes. Este tipo de viviendas está proliferando, aunque, por lo general, no están pensadas para una población con alto grado de dependencia. No obstante, sí podrían resultar adecuadas para personas mayores solas que, en ocasiones, terminan en residencias porque nadie en la familia puede ocuparse de ellas
A medio camino entre ambas fórmulas existe la alternativa de la asistencia a domicilio tradicional: Los mayores viven en sus casas y reciben atención allí por parte de personal médico cuando lo necesiten, o con periodicidad. No obstante, la mera asistencia médica no resuelve el problema de la soledad, o el aislamiento social que sufren muchos ancianos.
Para dar respuesta a estas carencias, en 2006 nació en Países Bajos el modelo Buurtzorg: una compañía que ha creado un nuevo modelo para el cuidado a domicilio. Tres enfermeros, molestos por cómo la burocracia y la centralización de las decisiones impedían dar un servicio adecuado a los mayores, decidieron organizarse por su cuenta. Actualmente Buurtzorg emplea a más de 12.000 enfermeros, y su fórmula ha sido llevada a muchos países.
El modelo Buurtzorg consiste en crear equipos de hasta 12 enfermeros (cuando sobrepasan ese número, se dividen en dos) que se ocupan de una zona concreta de la ciudad, y funcionan con una autonomía casi total. Lo primero que hace cada grupo de enfermeros es presentarse en el barrio y ponerse en contacto con los proveedores de servicios que puedan ser de utilidad para las personas mayores, desde los médicos del centro de salud local hasta peluquerías o asociaciones vecinales. Con todos estos contactos, cuando una persona mayor solicita los servicios de Buurtzorg, el equipo evalúa quiénes dentro del entorno formal e informal del cliente (amigos, vecinos, tiendas cercanas) podrían formar su red de apoyo. Los enfermeros coordinan toda la atención al cliente, pero la idea es involucrar a la comunidad. En resumen, las notas que caracterizan su modelo son la simplificación de la burocracia, la autonomía (tanto de los equipos de enfermeros como de los propios pacientes) y el carácter global –no solo médico– y personalizado de los cuidados.
Buurtzorg ha sido premiada cuatro veces como la mejor empresa de Países Bajos; tiene la mayor satisfacción del cliente del sector de los cuidados; sus trabajadores abandonan la compañía un 50% menos que los de sus competidores. Además, una auditoría de Earnst & Young concluyó que su modelo ahorraba mucho dinero cada año al sistema sanitario neerlandés.
Fórmulas de este tipo pueden ser unas nuevas soluciones para el cuidado de los mayores, si mejoran su atención, y, además, ahorran dinero a las arcas públicas, parecería razonable tenerlas en cuenta para intentar probarlas.
Un cordial saludo a los lectores y lectoras de IDEAL en Clase.
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