El mes de diciembre es sinónimo en las aulas de cansancio, nervios y agobios por las evaluaciones. Fuera de ellas, lo que encontramos es consumismo, regalos y “espíritu navideño”. Pero sin duda, es un mes que invita a abrir una puerta a una época única en el año y en el curso escolar: la Navidad.
Por esto, disfraces y villancicos, felicitaciones y buenos deseos inundan nuestras aulas. Es la época en la que nuestro corazón se agranda un poco más y somos más sensibles hacia temas solidarios. Desde la sociedad y concretamente desde los centros educativos se pretende que llegue comida, juguetes, dinero, salud,… paz en definitiva a los más desfavorecidos. Qué necesario es que la labor educativa mejore la vida cotidiana y la realidad en que vivimos. Y para eso hacemos falta todos. Como rezaba aquel proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta toda la tribu”.
En estos días, algunas “tribus educativas” organizan actividades de carácter solidario. Pero no debemos fijar nuestra atención en estos temas solo unas semanas o unos meses en los que somos sensibles al “espíritu navideño”. Educamos para la paz y eso no es tarea de un día. Ya lo dijo Gandhi: “No hay caminos para la paz. La paz es el camino”.
Sé que hay docentes que siguen este camino a lo largo del curso. Cientos de unidades didácticas y situaciones de aprendizaje consiguen hacer de nuestros escolares, adultos responsables y solidarios. Y por eso me ha calado especialmente la iniciativa que han tenido en el CPR Monte Chullo, un cole rural que agrupa a escolares de Huéneja, Dólar y La Huertezuela, pueblos pequeños y aislados del Marquesado del Zenete en la comarca de Guadix pero donde se han interesado por la salud de los niños, en concreto por la investigación en la leucemia infantil.
Han unido sus buenas intenciones con otros colegios a nivel nacional a través de la organización “Uno entre cien mil”. Para obtener fondos, han montado la carrera solidaria “Un cole entre cien mil”. Pero no es solo una carrera, es mucho más. No son los dos euros que aportan los participantes. Es todo el trabajo de sensibilización hacia este tema en este y en cien mil coles más, uniendo deporte, disfrute y solidaridad. Como no podía ser de otra manera, el deporte irá acompañado de charlas y talleres por parte de profesionales de aulas hospitalarias.
Si además visitamos la web www.unoentrecienmil.org veremos la labor que hacen, cómo hay muchas caras conocidas del mundo de la música, el cine o el deporte apoyando esta causa. Si la visitamos con nuestro alumnado o con nuestra familia, se estarán acercando a la ciencia, a la investigación, al cuidado de la salud, a la vida misma que a veces se atreve a permitir que los niños sufran; se estarán sensibilizando ante la enfermedad y estarán empatizando con los que necesitan nuestra ayuda. Nada más y nada menos.
Por eso, hoy, 21 de diciembre a las 9.30 horas, el Montechullo sale a correr, estos tres pueblos salen a correr. Por edades, por categorías, por pueblos,… Huéneja, Dólar, La Huertezuela, pequeños grandes pueblos de la provincia de Granada, dando el mejor ejemplo. Un cole más que suma, que multiplica solidaridad y salud entre su población y entre su alumnado.
Además, es una actividad abierta a todo el mundo. Aunque se esté lejos, se puede colaborar enviando un correo a chullo@cprmontechullo.org. Seguro que no están solos, seguro que no será la última vez que lo hagan, seguro que algo mejora con la ayuda de los locos de “Un cole entre cien mil”. Yo ya estoy buscando mis zapatillas.
Dori Delgado García