«Mon unifica y dimensiona la música clásica, la opera, el funky, el hip hop, la acrobacia, el baile contemporáneo, la música clásica. Con más de 30 personajes que buscamos lo mismo: transmitir sensaciones, dejar la racionalidad al lado que nos hace buscar motivos para todo. El motivo es el arte y conseguir una conexión con el público», explica esta creadora antes de insistir que a lo largo de toda la obra se busca que el público sienta, palpite, que tenga impulsos, que a veces se sienta incómodo, que no entienda y que se deje fluir un poco por los sentidos. Por eso resume que «Mon es un espectáculo muy sensorial y estético, pero que la dramaturgia está en la base común de todos los actores, de los cantantes, sopranos y bailarines que intervienen.
Básicamente el protagonista principal de Mon interpretado por Carlos López que empieza bastante tímido y va creciendo a medida que le viene la información desde fuera. Cristina se deshizo en elogios para el equipo de bailarines de Real Soul, jóvenes que creen en su trabajo, también para el grupo de Zen del Sur de impresionante trayectoria y para las seis sopranos magníficas cada una con su recorrido profesional y que juntas en escena vuelcan toda la pasión y arte que tienen. «Todo se ha fusionado y ha sido un espacio creativo donde volcar lo que cada cual lleva dentro. Ha quedado un espectáculo bastante potente. Hay mucha alma y experiencia volcada» afirmó antes de destacar igualmente el espacio donde se va a celebrar que permitirá que «fluya el aire y la química con el público».
Interacción musical y corporal
Carlos López, componente de la compañía Zen del Sur, especializados en hacer circo contemporáneo explica que en su equipo le dan mucha importancia a la fusión de las artes, y concretamente para este espectáculo cuentan con sus músicos, entre ellos María Prados que toca el violonchelo, Rubén Llorach que lleva la percusión. Destaca que «viendo la propuesta con el cuerpo de baile y lo que cuenta el espectáculo decidimos escoger elementos que tuvieran una unión fuerte con la tierra, por eso a nivel de percusión nos ha llevado a utilizar la calabaza africana y la calima, que fusiona con el chelo eléctrico y amplían con los instrumentos de cuerda lo que permite darle «un tono envolvente a lo que ocurre en escena». Así mismo indica que han seleccionado algunos fragmentos de su espectáculo junto con otros particulares para generar una interacción musical y corporal con el personaje de Mon que se busca a sí mismo y quiere saber lo que necesita para mejorar.
Por su parte, Alberto Montero, director y coreógrafo de la Compañía Real Soul, compuesto por 20 bailarines explica que están encantados de trabajar con Cristina en este proyecto en el que representan la parte humana y de tierra, pues les ha supuesto «ir un poco más allá con la interpretación con lo que es la música clásica o la soprano, de lo que hemos intentado nutrirnos».
Por último, Rolando R. Castellano, representante de Nosolotour, productores del espectáculo señala que esta joven empresa está integrada por arquitectos, historiadores del arte, informáticos y de bellas artes, que intenta vender la marca Granada al tiempo que dar cabida a eventos culturales de esta categoría. Al terminar la presentación de este espectáculo, a modo de botón de muestra, se ofreció la actuación de varios bailarines junto con la soprano Carmen García Segura que ejemplificaba una frase de Cristina «el arte es duro pero es precioso».
Más información: WWW.NOSOLOTOUR.COM