Estoy orgulloso de mi generación que ha mantenido el gusto por la lectura, ávidos consumidores desde la infancia de novelas de clásicos hasta las vanguardias. El tiempo nos ha hecho lectores avezados, potenciando la expresión escrita y riqueza de vocabulario, nos despertó la imaginación, permitió conectarnos y ponernos en la piel de otros personajes, no tanto en el sentirnos en un mundo distintos como en darnos cuenta de que estamos en un universo autosuficiente, rico en matices y colores diferentes.
La lectura tiene una fuerza capaz de revelar a los seres humanos sus sueños y de invitarnos a vivirlos en pleno día. La invención de la imprenta fue uno de los grandes inventos que cambio el mundo y su historia. Desde la Edad Media, con la técnica del copiado, multiplicaron el número de libros y redujo su costo económico, aceleraron las transmisiones de los conocimientos para abarcar a un público dentro de un océano infinito de analfabetismo.
El mundo imaginativo de ayer no ha perdido su fuerza, conserva su poder de ilusionar, la seducción de hoy en parte se ha digitalizado y multiplicado en soportes, redes sociales, bibliotecas virtuales… Esos tiempos de antes son aquellos de los Reyes Magos, “The Three Wise Men” tres hombres sabios como los definen los ingleses y que traían lecturas a los niños. Reyes que siempre acertaron con mis gustos, con libros de aventuras, exploradores y de ciencia ficción… cuanto le debemos todos a Julio Verne un escritor visionario.
No es casual, este año los Reyes me han dejado de presente un libro digital con una biblioteca casi infinita de obras, posiblemente me han visto mayor y supuestamente con tiempo libre. Al ser electrónico, es ligero en peso y tamaño de una octavilla, reduce la fatiga del lector, con diferentes tamaños de letra y color de fondo, permite el subrayados y notas, tendré que redimensionar las ancladas neuronas a otro modo de lectura. Por otro lado, en la biblioteca edificada en años de lectura, no hay espacios vacíos y mi apego a esos libros me imposibilita que los abandone en la basura, tenemos que proteger esas obras literarias, que formaron parte de nuestro yo, que nos ofrecieron ilusiones, sueños o mentiras en algún momento de la vida.
En el Aula Permanente de Formación Abierta de la UGR (Aula Universitaria de Mayores), un grupo de estudiantes universitarios mayores inquietos y lectores apasionados de la lectura nos reunimos una vez al mes virtualmente en el club de lectura “Lo que vale una vida” con el magnífico profesor Virgilio Cara Valero, miembro numerario de la Academia de Buenas Letras de Granada.
Foro para compartir lectura y debate. Un lugar común de aprendizaje y expresión, un regalo para los mayores que nos permite disfrutar de las lecturas de distintos géneros literarios y autores. La experiencia como lectores consumados nos llevan a debatir variadas líneas de análisis de la obra y dejar conclusiones muy similares.
Es justo reconocer que las mujeres nos ganan por goleada a los hombres, en las estadísticas de las últimas décadas, ellas son líderes en la lectura de ocio, sin embargo, la lectura funcional, por razón laboral o de estudios, están más igualada o es superior en los hombres. En nuestro Club de lectura, también las chicas son mayoría.
Como lector has tardado en el leer este articulo unos 4 minutos o menos, yo en escribirlo horas. La mayoría ha utilizado un medio digital, bien el ordenador o su móvil y es normal, nos encontramos en un periodo transitorio del papel a lo digital y a velocidades supersónicas vamos cambiando al formato electrónico y nos surge la duda si nuestros circuitos neurales se adaptan a la misma velocidad a estas rupturas de costumbres.
Ahora, curtidos lectores ¿debemos romper con la tradición? Compleja pregunta. El ser humano la lectura no está en los genes, se aprende, el hablar es innato. Por eso los mayores intentamos reordenar nuestro laberinto cerebral para adaptar a los nuevos formatos de lecturas.
El lenguaje en papel nos ha permitido leer con tranquilidad y profundidad, disfrutar de un auténtico placer al sumergirnos en la historia y en los personajes, de abstraernos y olvidarnos del mundo exterior, el libro físico te sosiega y su lectura te permite reflexionar incluso retener en tu memoria gráfica la parte del texto o de la ilustración, sin embargo el móvil, la tablet, el libro digital te condiciona tu subconsciente a la prisa al paso rápido de las paginas a leer más acelerado, que te proyecta a una lectura superficial que falta concentración y profundidad.
Nuestra generación no somos nativos digitales, pero tenemos la virtud de la curiosidad y la inquietud de acercarnos a las nuevas tecnologías, sabemos que el tiempo se nos escapa, para no quedarnos atrás nos agarramos al futuro y a sus avances.
Los compañeros del Club de lectura, nos deja unas reflexiones sobre como sienten la lectura.
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Virgilio Cara “Llega un momento en que leemos porque no lo podemos evitar. Es entonces cuando se disfruta más de la lectura”
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José María Tintoré. “La lectura es sentir mil vidas”
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Mª del Carmen Expósito. “La lectura es el alimento de mi alma»
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Trinidad Moreno “Me siento muy agradecida a los que me enseñaron a leer y me inculcaron el amor a la lectura”
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Remedios Espinar “Leer es un placer. Un placer que te relaja, te torsiona, te alegra, te entristece. Con él se viaja, vuelas …”
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Mª Carmen López “La lectura es un deleite que me mantiene entretenida, distraída, relajada, informada, conectada con el mundo…Todo un placer”
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María Eugenia Fernández “Me gusta conocer historias y las formas de pensar de personas diferentes a través de los libros. La lectura nos pone en contacto con distintas culturas”
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Mª José García “Leer me hace disfrutar, plasmar mis pensamientos y sentimientos, conocer otras culturas, mundos, salir de la cotidianeidad… Crecer. No sabría vivir sin su compañía.
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Antonio Reina “La lectura amplia nuestros horizontes vitales en etapas de tu vida en las que no puedes alcanzarlos físicamente. La lectura te permite no morir mientras vives.
Leer más artículos de
Rafael Reche Silva, alumno del APFA
y miembro de la JD de la Asociación
de estudiantes mayores, ALUMA.
Premiado en Relatos Cortos en los concursos
de asociaciones de mayores de las Universidades
de Granada, Alcalá de Henares, Asturias y Melilla.
Comentarios
5 respuestas a «Rafael Reche: «No perdamos el placer de leer»»
Me ha gustado mucho tu artículo Rafael. Verdad que adquirimos un hábito lector, y el que lo tiene no puede dejar de leer. Las plataformas digitales las uso, pero no se pueden comparar con el libro físico que lo miras, lo tocas, ves las páginas que tiene, el autor, un poco de lo que va…y luego a disfrutarlo.
Gracias Maria Expósito por tu comentario que también comparto. Quizás el libro digital permite y fácilita a las nuevas generaciones más tecnológica que fomenten la lectura en medio que ellos dominan. A mi me gusta ver mis libros en la biblioteca y me recuerda en que época de la vida lo leí y a veces lo vuelvo a leer con otro sabor.
Leer, es mi medicina.
No hay mal que no se mitigue mientras se lee. Es una puerta a otro lugar, a otro espacio.
Leer es un lujo, en estos tiempos de vértigo que nos sumergen en horarios acelerados y sin tiempo para el crecimiento personal.
Leer es dedicarse tiempo a uno mismo. Un privilegio.
Tengo libro digital, pero nada es comparable a la sensación de tener un libro en las manos, contar las páginas que quedan para terminar un capítulo, palpar el papel, olerlo…
Placeres pequeños hechos de papel.
Que tema mas bien elegido en esta ocasión por Rafael. La lectura de libros, sean en papel o digital, es una de las actividades mas seguidas por nuestra generación nacida en la década de los 50. La lectura obligada se convirtió en costumbre para llegar a ser un placer. Se descubren nuevas ideas, se ensancha el conocimiento, nos hace mas comprensivos… Siempre y cuando se trate de libros positivos
Gracias amigo Diego, siempre agradecido por tus palabras, donde comentas con acierto las ventajas de la lectura. Mantengamos esta sana costumbre de la lectura y de la amistad.