En esta serie de reportajes pretendemos demostrar la singularidad de los vehículos y también de sus propietarios. Por eso, cuando José María Morales se puso en contacto con nosotros llamó nuestra atención al contarnos que poseía un Volkswagen Escarabajo 1303, cuya curiosidad está en que el propietario es su hijo de 10 años, apasionado de los Escarabajos al que se lo regaló «hace dos años y toda la documentación está a su nombre» por lo que «todo está en regla y hace todo menos conducirlo». Para ello en Trafico tuvo que hacer un certificado especial para poder justificar que un menor fuera el propietario, pues tendrá que esperar hasta que cumpla los 16 años, pues su padre quiere que aprenda a conducir con él y «que cuando vaya a la Universidad pueda ir en su coche clásico». De esta manera se ha convertido en el más joven de los entrevistados para lo que nos acercamos a Cájar, su localidad de residencia.
Este estudiante que ha finalizado 4º de primaria en el colegio El Carmelo se le ve orgulloso de su coche. Cuando le pedimos que nos lo describa nos explica que «un Escarabajo, de color celeste y gris». También que tiene cuatro plazas, dos puertas, cuatro velocidades, que es de gasolina, con el motor trasero y el maletero delante, bajo el cual va la rueda de repuesto. A continuación, con la ayuda del padre, continua explicando que gasta unos 8 litros a los cien kilómetros, que su velocidad de marcha oscila entre los 90-100 km/h y que tiene un motor de 1650 cc y 50 cv. De la historia se encarga el progenitor nacido en Granada en 1968, que junto a Belén, su mujer, son los propietarios, desde 1994, del Hotel Los Tilos, situado en la plaza Bibrambla, en el que ya trabajaba en desde 1989. José María Morales, padre, nos explica que aunque el cuentakilómetros marca 71.053 kilómetros en realidad serían 271.053.
Aunque podría contar con matrícula histórica pues se matriculó en Alemania en 1973 y en 1991 vino a España. Fue importado por una mujer de Ciudad Real, desde donde llegaría a los Talleres Talleres Fermín que restaura coches y donde lo adquirieron para regalarlo a su hijo. «Mucha gente no se cree que el propietario sea mi hijo pero es así. Es un regalo que le hicimos por ser un niño bueno, buen estudiante y por su pasión por Volkswagen que no sé por donde le ha venido porque a mí desde siempre me han gustado los coches clásicos pero esta marca me ha gustado menos. «Se lo compramos, lo restauramos y aquí lo tenemos» indica tras los que añade que aunque se podría haber rematricularlo como histórico «es una pena que se pierdan las matrículas originales». En cuanto al uso señala que «lo utilizamos para ir a concentraciones y, de vez en cuando, para llevar a José María al colegio que le gusta ir en su coche».
Así mismo, el padre socio del Club 2 Pronto Granada, un club sin ánimo con 24 socios y unos 60 vehículos, nos añade otra curiosidad de este coche es que no lleva radiador ni de aceite ni de agua, en su lugar cuenta con ventilación forzada de aire, localizándose el ventilador entre el chasis y el motor siendo el lugar por donde le entra la ventilación. Respecto al corazón de este Escarabajo indica que «el motor es el original pero se ha rectificado el interior, se han mantenido algunos componentes antiguos como la dinamo, el delco, los platinos o el carburador pero lo que son los pistones, los cilindros, las válvulas, las guías, todo es nuevo». Del salpicadero destaca sus líneas simples y el hecho de que no tenga medidor de temperatura, «solo tiene nivel de combustible y velocímetro, cuando se calienta, lo cual es muy difícil, se enciende una luz roja». El depósito de gasolina va debajo del salpicadero, utilizando todo el ancho del coche por lo que tiene un fondo muy plano «por lo que no es conveniente en este modelo y otros Volkswagen clásicos llenarlo
mucho pues se derrama y huele bastante».
Próxima entrega: Juan Hurtado y su Hurtan del 86
La larga vida del VW Escarabajo
En 2011 la revista ‘Autopista’ calificaba este vehículo como «uno de esos fenómenos en la historia del automóvil cuya vida se salió de toda lógica». Los motivos son simples pues se trata de coche nacido antes de la II Guerra que se ha seguido fabricando y vendiendo sin problemas en los años 70 llegando incluso hasta el año 2000 en algunos mercados, como el mejicano y el brasileño. Sería a finales de la década de los 60 cuando los técnicos de esta marca decidieron introducir algunas mejoras fruto de las cuales surgirían en la siguiente década las series 1302 y en 1972 la serie 1303, cuyo «cambio principal radicaba en la sustitución del tren delantero de brazos superpuestos y barras de torsión por un esquema McPherson, mucho más moderno, menos pesado y con un funcionamiento más suave y progresivo». |
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José María Morales y su VW Escarabajo 1303 del 73 on PhotoPeach
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